Despiertos la esperanza se convierte en trabajo

Cuando llegamos al Trabajo siempre lo hacemos con la esperanza de ser mejor, de llegar a ser felices, la esperanza de ser nosotros, de encontrar nuestra luz, de conseguir que todo en nuestra vida se solucione, etc. La esperanza es un motor que siempre nos ha empujado a buscar, siempre nos ha alimentado ese anhelo de verdad, de realidad, de felicidad, de plenitud. La esperanza es una mirada al futuro, es creer en que este sea mejor que el presente, incluso ponemos la esperanza en los demás para que nos aporten felicidad. A nivel social depositamos la esperanza en los niños para que el mañana pueda ser un mundo mejor. Ponemos esperanza en el mañana para que este sea benévolo con nosotros y los nuestros.Nos fijamos en el futuro porque en el presente no nos sentimos dignos ni completos.

El problema lo tenemos cuando estando dormidos llega el futuro y nos sentimos profundamente decepcionados, volvemos a recurrir a la esperanza en el año que viene, para que este nos traiga aquello que añoramos o creemos que no tenemos y merecemos o esperamos que nos toque la lotería, hasta nos llegamos a hacer promesas a nosotros mismos sobre nuestra conducta que acaban cayendo en saco roto porque las dinámicas del personaje son incansablemente repetitivas.

Una vez se está instalado en el Trabajo y lo asumimos como algo propio nos queda claro que estando dormidos lo único que conseguimos es seguir alimentando nuestras frustraciones y decepciones. Por lo tanto solo nos queda trabajar para estar despierto todo el tiempo que sea posible.

Estando despiertos la esperanza se vive de forma distinta. La esperanza no se deposita en el mañana, en los demás. La esperanza la depositas en la capacidad de hacer, de amar y de ver, la depositas en el presente, en la oportunidad que tienes en cada instante para darte de forma consciente al momento y al entorno, la esperanza es dar lo que eres a cada instante para ir construyendo un mañana más auténtico. No necesitamos depositarla en el futuro para ser felices, la felicidad consiste en ser consciente de lo que eres e invertirlo en tu pequeño mundo para que esta plenitud se vaya expresando, creando tu futuro con raíces más firmes y profundas, regadas con la capacidad que eres. Despiertos deja de tener sentido tener la esperanza en que el nuevo año nos traiga lo que nos falta, lo que sí que tiene sentido es actualizarte en el día a día de una forma consciente para que el mañana sea un fruto de nuestro trabajo, que no es otro que el trabajo de lo superior, porque el futuro no es solo nuestro, es de todos y cada uno tenemos la responsabilidad de aportar.

Dormidos nos esforzamos con una falsa esperanza que no es otra cosa que la exigencia de obtener unos resultados gratos para nuestros intereses, despiertos le quitamos importancia a ganar o perder porque en el momento que eres consciente que estás trabajando desde ti ya estás ganando. Invertir tu potencial de forma consciente es ganar porque siendo justos es el potencial de Dios a través nuestro. Si somos capaces de sentir esto estamos siendo capaces de confiar en nuestro trabajo y en lo superior, eso es esperanza.

Despiertos deja de tener sentido comprar lotería para  que nos toque y nos ahorremos el esfuerzo, ya que nuestro esfuerzo y nuestra presencia es lo que realmente nos va enriquecer, todo lo demás depende de Dios.

No pretendo ahogar la esperanza, ni desprestigiarla. Es justo y necesario reconocer que la esperanza es el motor que mueve a las personas a seguir luchando. Cuando la esperanza se apaga se pueden tomar decisiones producidas por una total desorientación y eso es algo muy peligroso. Solo animo para vivirla despiertos para que se use como lo que es, un motor interno para construir, para esforzarse, para crear relaciones, para interesarse por lo que nos rodea, para comprender y buscar soluciones, para confiar en el futuro atendiendo el presente despiertos.

Sergio Blasco

12 comentarios en “Despiertos la esperanza se convierte en trabajo”

  1. Felicidades, Sergio, porque el proceso que describes no siempre es fácil de atravesar, y tus palabras traslucen una experiencia en él que las hace comprensibles, y asumibles, para cualquiera de nosotros.

  2. Me gusta la palabra » esperanza» que explicas para describir el proceso de busqueda que todos ahelamos a ser mejores, a encontrar esa luz que nos solucione nuestros problemas.
    Gracias por el artículo, me ayuda en ese dia a dia.

  3. A mi me ha gustado mucho el artículo, porque transforma el punto de vista desde donde habitualmente se considera a la esperanza como algo pasivo, un tanto ilusorio y lejano sino inalcanzable a considerarla como algo real, que se vive en presente y que requiere de fuerza y determinación. Gracias Sergio

  4. Poco más que añadir a este texto que me ha llegado por la esperanza real que transmite.

    La esperanza es presente, es acción consciente; es la satisfacción derivada de aportar lo que somos en cada instante. El artículo revela el transformador proceso que has vivido y que te ha llevado a comprender el sentido de la verdadera esperanza. Enhorabuena Sergio por este excelente artículo.

  5. Da un subidón muy grande este artículo a principios de año porque solemos olvidar que para que la esperanza resida en nosotros hay que abrir las ventanas y que entre el viento, sacarnos las telarañas y encalar la casa. La esperanza es como el vino nuevo, no admite odres viejos. Gracias Sergio, es un artículo precioso.

  6. Bueno amigo Sergio, un artículo genial, me encanta la visión que le das a una palabra como “esperanza” tan manida en su utilización y que en más de una ocasión se confunde con una especie de espera a que suceda algo excepcional que por arte de magia solucione nuestros problemas. Muy bien traída esa esperanza en tanto en cuanto confianza en nuestro Trabajo y lo Superior. Muchas gracias por el texto.

  7. A mi también me ha gustado mucho el artículo. Sergio, has acertado a explicar de forma clara y concisa lo que estamos experimentando los miembros de ADCA cada uno en su entorno y en su día a día, zorionak! Añadiría un par de breves apuntes. Por un lado, un clásico que la mayoría me habéis oído plantear en más de una ocasión: este texto describe muy bien nuestra forma de actuar y la de mucha otra gente que no está en el Trabajo pero afronta la vida desde estos mismos presupuestos. Por otro lado, cuando estás actuando sin mirar a los resultados (o sin mirar a ellos como objetivo prioritario) llegas a superar del todo la idea de esperanza como «confianza de que las cosas vayan a mejorar». Simplemente has de dar lo mejor de ti aunque sepas que una batalla en concreto esté perdida. Has de darlo porque ese es el camino. Humm… me ha quedado un pelín épico pero creo que me he explicado.

  8. Se me olvidó añadir una cosilla: me han gustado porque suenan a experiencia real los términos que han utilizado Laura («fuerza y determinación») y Leire («presencia y acción consciente») a la hora de describir como vivimos la esperanza desde el Trabajo.

  9. Me encanta la fluidez del artículo, su belleza y su poesía. Porque está escrito desde la experiencia.
    Despiertos, como tú dices, no tiene importancia ganar ni perder. Porque ya ganas, siendo.

  10. Gracias por este artículo, Sergio. Me ha gustado mucho porque es una reflexión positiva, realista y, como no, esperanzadora, hecha a partir de una experiencia vivida, cosa que se nota de principio a fín.

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