El existir, en todos los aspectos, es una unidad funcional en la que no hay nada que exista de por sí aparte de lo otro. Lo único que existe y que tiene una unidad esencial es ese fondo del que os hablo repetidamente. Ese fondo, esa identidad profunda, que me hace ser consciente de todo cambio. Todo lo demás es simplemente una identificación; yo creo ser un conjunto de sensaciones que llamo cuerpo, o creo ser un conjunto de ideas que llamo mis opiniones, o un conjunto de emociones o sentimientos que llamo mi querer o mi voluntad. Y todo esto es una pura apariencia porque todo está en relación con todo. La prueba es que con los años todo esto va cambiando. Hay algo detrás de todo esto; y ese algo es lo único que realmente es de por sí, que tiene una realidad intrínseca.
Lo que estoy tratando de expresar, de indicaros, es que debemos descubrirnos como tal realidad intrínseca, y que dejemos de vivir dentro de unos esquemas pequeños. Todo lo que yo puedo hacer, sentir, vivir, toda mi ex-istencia (ex = hacia fuera), es la expresión de algo que soy intrínsecamente. Y hasta que yo no me realice en ese ser intrínseco que soy estaré siempre con problemas, con una parte de mi existencia que contrapongo a otra parte de mi existencia. Hay que poder descubrir que yo y la existencia no somos dos cosas; que yo soy la existencia y la existencia es yo en forma de persona. Y esto no sólo como un concepto filosófico sino como una vivencia experimental.
Pregunta: Cuando yo percibo en la otra persona algo que considero negativo ¿cómo asumo eso?
Blay: No has de asumir nada negativo. Porque en el fono no hay nada negativo. Lo que llamamos negativo es un modo negativo de ver lo positivo.
Pregunta: Si, pero…por ejemplo, ésta mañana yo tenía una discusión con una persona y yo trataba de ver lo que decías ayer de la unidad; sin embargo, la postura de la otra persona era negativa. Entonces, había algo en mí que rechazaba aquello, que no lo podía asumir.
Blay: Nunca he dicho que asumáis lo que el otro diga o haga. Primero debéis asumiros a vosotros mismos; lo que realmente sois (o somos). De ningún modo asumir o aceptar (o tragarse) todo lo que el otro diga. Primero debo vivir la realidad que yo soy. La realidad auténtica, la auténtica. Ésa, la del fondo, la que es mi única identidad. Entonces, cuando viva eso, yo debo aprender a reconocer al otro en su identidad real. Pero si yo estoy ausente de mí y también estoy ausente de la identidad real del otro, o por lo menos, no estoy acercándome a ella, no estoy en esa dirección, entonces simplemente yo estoy identificado con unas opiniones o ideas mías que reaccionan frente a otras ideas u opiniones de otro. Y desde un punto de vista de realidad profunda da lo mismo que lo aceptes o que lo rechaces, porque no vives las cosas desde lo real. En cambio si tu tomas conciencia profunda de ti, verás que una persona puede opinar algo que a tu modo de ver es erróneo…, pues bien, verás que es un modo erróneo de ver una cosa correcta. Y no pasa nada. Nunca te sentirás negativizada por ello.
La Realidad Curso de Profundización y Diálogos
Antonio Blay Fontcuberta
1994, Editorial Índigo
2017, Editorial Sincronía
Muy interesante la parte final del extracto. La breve conversación nos trae a un terreno más inteligible y, al mismo tiempo, más exigente ya que es dónde debemos aplicar lo que en principio asumimos en un plano teórico. Pues bien, después de unos años de practicar esta posición en mi vida cotidiana diría que he percibido avances claros, esto es, que he estado consciente del fondo desde el que habla y hace mi interlocutor, cuando las discrepancias han sido de pequeño o mediano calado. Ahora bien, ante gentes que defienden posiciones o se comportan de forma que va en contra de principios muy básicos (por ejemplo: todas las personas somos iguales) me cuesta bastante más. En esos caso, como decía Blay, «el intento sostenido es lo que nos va haciendo».
Y sin embargo la realidad contiene y soporta estas discrepancias de tanto calado. Es preciso colocarse en un nivel superior que las presente como algo compatible. Normalmente están señalando un desequilibrio a resolver de una forma práctica, integrando a esta gente que necesita diferenciarse de esta manera y sugiriéndole un modo más eficaz de destacar en el mundo. Pero para hacer eso es necesario haber imaginado esta alternativa.
He seleccionado éste texto porque me parece que en ésta parte que explica Blay, y en la pregunta del alumno, normalmente hay un núcleo duro de traspasar. Es un campo, como bien dice Pedro exigente, donde plasmar la teoría que nos atrae, al terreno de la realidad.
Y creo que como ejercicio, el ir a por ello es realmente fortalecedor y me ayuda a abrir la mente.
Sí, no hace falta pagar para ir a un parque de atracciones, la vida misma nos ofrece tal cantidad de alternativas y variantes que el vivir conscientemente es una verdadera aventura a través de la cual ir afianzando y constatando eso que en un principio son solo ideas o conceptos. Muy buena elección Laura, muchas gracias.
Desde luego que es una buena elección, toca el meollo de la tesitura en la que nos vemos al embarcarnos en un camino espiritual en medio de la vida cotidiana y sus conflictos.Las preguntas se amontonan: ¿Todas las posiciones son legítimas? ¿Cómo debemos actuar ante el que pretende anular al prójimo? Entiendo que todas las posiciones son parte de la existencia, y es necesario abrir la mente e intentar integrarlas pero a menudo es en vano ya que nos encontraremos con un muro de miedo e incomprensión.¿Qué hacer? Interesarnos por el contexto del que así opina/actúa para integrarlo más en nuestra realidad pero, si es necesario, echarle el alto. Sin ir más lejos me sucedió ayer mismo con una alumna que defendía posiciones racistas. Hay discursos que se están extendiendo de forma peligrosa y debemos hacerles frente.
Acabo.Hay una frase del extracto que no acabo de entender: «verás que es un modo erróneo de ver una cosa correcta». Aprecio que hay un juicio («erróneo») y me parece bien que lo haya pero no sé como casa con la línea Blay.
Blay quiere decir que la realidad nunca está «equivocada»; y esta realidad incluye a la persona que la está describiendo de una manera errónea.
Esto que nos planteamos de continuo y que tan bien explica el artículo es algo que me he planteado muchas veces y no puedo dejar de mirar la existencia material como una experiencia y manifestación del fondo en una pluralidad que abarca y explora absolutamente todas las posibilidades. Cuando hablamos identificados con la forma, con los pensamientos…surgen conflictos que parecen desvanecerse cuando se despierta porque no cabemos en esquemas determinados. Pareces relativizar posiciones que antes defenderías a capa y espada…y que ciertas posturas o situaciones existan parecen no encender sino interpelar.
El ejemplo del racismo que pone Pedro viene muy a cuenta. Porque es justo la visión del otro como excluido, como sin derechos, sin pertenecer ni participar en la existencia, porque la entiendo como de mi propiedad. Ante el racista, el consejo de Blay: experimentarnos desde lo que somos, desde el fondo. Y la respuesta surge.