El yo-experiencia

Nunca me vivo a mí mismo de un modo real, espontáneo, tal como yo soy, sino siempre en función de lo que pueda parecer, del juicio, del valor que los demás puedan darme o del juicio o valor que yo mismo me formule respecto a mi actuación. Es importante que se vea clara esta distinción entre el yo-idea y el yo-experiencia: el yo experiencia es nuestro eje real, a un nivel concreto, humano, psicológico; el yo-idea es una superestructura, algo que se ha superpuesto, que se ha elaborado de un modo artificioso, que está midiendo unos modos de relación, y que no obedece a una sustancialidad propia.

El yo-experiencia es la noción que voy adquiriendo de mí en la medida en que voy ejercitándome, experimentando con toda mi capacidad activa de vivir. Cada vez que estoy haciendo activamente algo, adquiero una conciencia de mí en relación con aquel algo; esa conciencia, la suma de esas conciencias de mí en relación con lo que hago, es el yo-experiencia. El yo-experiencia es el resultado de lo que hemos vivido realmente. Lo que hemos de hacer es vivir lo que nos falta vivir en este nivel del yo-experiencia. Ya veremos que nuestro problema consiste en que hemos vivido, sí, unas cosas, pero que otras solamente las hemos pensado; y el pensar no puede sustituir al vivir; el desear, el imaginar o el razonar nunca pueden reemplazar la experiencia directa.

Por lo tanto, el yo-experiencia es nuestra realidad, psicológicamente hablando, sólida, real, auténtica. Es nuestra verdad. Yo soy exactamente lo que he ejercitado, ni más ni menos. Podré opinar lo que quiera, podré soñar que soy un gran personaje, o imaginar que soy muy poca cosa, pero, aparte de lo que sueñe, aparte de toda fantasía u opinión, yo soy exactamente lo que he ejercitado; y esto en todos los niveles, desde el más material hasta el más espiritual.

 Cuando consiga entrar más en mi yo-experiencia de manera que vaya captando más una noción de mí real, hecha de energías -no de ideas-, hecha de fuerzas, de experiencias, entonces empezaré a descubrir quién soy yo realmente. En lugar de creer una cosa u otra, viviré lo que soy, estaré estableciendo contacto con algo real, auténtico, con mi materia prima, no con una creación de mi mente.

El yo-experiencia, como se recordará, es esa conciencia que tengo de mí en la medida en que estoy ejercitando mis capacidades. En la medida en que yo muevo el cuerpo, no solamente desarrollo el cuerpo sino que adquiero la conciencia de «yo moviendo el cuerpo». En la medida en que hablo, no solamente desarrollo mi capacidad de hablar, sino que desarrollo la conciencia de «mí mismo hablando». O sea que el yo-experiencia es la suma, el resultado, de todo lo que yo he ido ejercitando, he ido desarrollando, de hecho, con la conciencia de sujeto que va junto con este desarrollo. Este es el yo-experiencia, la verdad de uno mismo hasta este momento.

  Si nosotros pudiéramos estar centrados en este yo-experiencia, no tendríamos los problemas de valoración, de la variabilidad en la noción de nosotros mismos, en la manera cómo nos afectan las cosas de los demás, etc., porque este yo-experiencia es profundamente positivo, real, no depende de ideas, de valoraciones, de conductas o de respuestas del exterior, sino que es algo que se vive directamente, algo genuino. Es mi materia prima vivida directamente.

Antonio Blay Fontcuberta. “Tensión, miedo y liberación interior”. Editorial CYMYS. Barcelona. 1972.

4 comentarios en “El yo-experiencia”

  1. Que bien explicado lo que verdaderamente es el Yo-experiencia y lo transformador y liberador que debe ser poder vivir la vida en este nivel.
    La frase: «Es mi materia prima vivida directamente» la encuentro muy buena, sintetizando lo todo.

  2. Me surge una pregunta de leer el texto… no sé si alguien puede aclararmela, dice » El yo-experiencia,… es esa conciencia que tengo de mí en la medida en que estoy ejercitando mis capacidades. En la medida en que yo muevo el cuerpo, no solamente desarrollo el cuerpo sino que adquiero la conciencia de «yo moviendo el cuerpo». ¿Sólo el hecho de mover el cuerpo, hace que de desarrolle la conciencia de «yo moviendo el cuerpo»? ¿No es necesaria además esa intención de darme cuenta de mí misma moviendo el cuerpo?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio