Al día siguiente

ADCA

Tener que existir en el seno de una sociedad que se rige por los valores del personaje no nos puede desalentar. Es uno de los estímulos que necesitamos para actualizar el potencial que somos. Se trata de hacer la parte que nos corresponde con responsabilidad, sin esperar cambios rápidos en el exterior.

     Cuando actuamos desde nuestra identidad profunda, no pretendemos nada más que permitir que se exprese la esencia, para encontrar la respuesta adecuada en cada momento.

    

     Entre las cosas que nos corresponden  está la de entrar en la arena pública. Prueba de ello es este Congreso que acabamos de celebrar. Queremos hacernos oir porque nos parece que este mensaje es muy valioso. Llamamos a todos aquellos que están en actitud de búsqueda. Buscador es aquel que no tiene respuestas a las preguntas, y que cuando cree encontrarlas, en vez de ser un punto final, le abren caminos nuevos.

    

     Nos dirigimos a esas personas que se hacen cargo de su vida, sin responsabilizar a los demás de lo que les sucede. Paradójicamente, estas personas a menudo se sienten extrañas, en un mundo que las considera raras, porque se preocupan de cosas singulares, distintas de las que interesan a la mayoría. A veces incluso sufren una falta de estímulos y proyectos vitales, a la vez que una demanda profunda de plenitud.

    

     Nosotros las llamamos a emprender la tarea de darse a conocer, de hacer de reclamo para invitar a unir esfuerzos con otros que también buscan. Hay un trabajo que hacer. En palabras de Blay:

 

     «El mundo necesita seres integrados que sean capaces de vivir lo más concreto, la vida en su dimensión humana, plenamente, pero a la vez que estén viviendo todo esto desde lo último, incluso desde lo que está más allá de la existencia».

     

     Esta tarea debe acompañarse de un llamamiento al diálogo, no solo individualmente, sino como propuesta para toda la sociedad. Pero no ese diálogo que intenta convencer, ni quiere imponerse al otro, sino del que sabe que nadie tiene el monopolio de la verdad y que todos hemos de compartir nuestras experiencias.

     

     Es cierto que la sociedad evoluciona a un ritmo muy lento pero, a la vez, es portadora de la semilla en la que está todo el potencial que puede desarrollar. Y esta semilla reside en nuestros corazones.

 

Extracto de la primera ponencia del tercer congreso de ADCA titulada «¿Qué significa ser uno mismo».

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