Somos la conciencia.

Nosotros lo vivimos todo en nuestra conciencia, y de hecho nuestra conciencia es el universo en el cual vivimos, es nuestro universo individual. Este universo individual está formado por todo lo que son actualizaciones del foco central, al que llamamos potencial, de nuestra inteligencia, de nuestra afectividad y de nuestra energía. A través de esas respuestas que se producen ante unos estímulos, nosotros vamos tomando conciencia de unas formas, de unos seres, de unos valores, de unos significados. Y por el aprendizaje que hemos hecho solemos creer que sólo somos el cuerpo, y a lo que asociamos con ese cuerpo lo llamamos yo, mío, mis cosas. Pero en realidad somos todos los contenidos de la conciencia, todos.

Por tanto, ese universo que constituye el campo fenoménico de nuestra conciencia, ese universo, lo somos. Lo somos en todos sus contenidos, en todos sus valores. En el fondo, esto es como si nosotros fuéramos unos pequeños dioses porque es de nosotros que se forma un universo, es de nosotros que se forma el sentido o significado de nuestro universo individual, de nuestra conciencia total, es de nosotros que se va manteniendo todo eso y es en nosotros que todo eso va interactuando constantemente. Así pues, en cierto sentido somos los creadores porque está hecho de nuestra substancia, está hecho de nuestra inteligencia, de nuestra afectividad, todos los contenidos de nuestra conciencia están hechos de nosotros. Pero el drama es que nosotros creemos ser sólo una pequeña porción de ese universo, y entonces solemos tener problemas con el resto de ese universo de nuestra conciencia.

Fragmento del libro » Despertar y Sendero de Realización » de Antonio Blay. 2010. Editorial Indigo. 

 

11 comentarios en “Somos la conciencia.”

  1. Hola, amigos y amigas. Hace tiempo que tengo una duda, y con este articulo aprovecho para preguntar. ¿ Que diferéncia hay entre la palabra conciencia y la palabra consciencia?

    Agradezco todas las respuestas, ahora, pido que quien no lo tenga claro se abstenga de responder para no crear mas confusión.

    Gracias de nuevo a todos los que estais haciendo el Trabajo.

    Un abrazo,
    Jaume

  2. Bueno, espero tenerlo claro: Somos conscientes gracias a que tenemos conciencia. Así que la conciencia es el órgano y la consciencia es el resultado de utilizarlo. Es frecuente que se utilicen ambos términos de una manera incorrecta.
    En cuanto al órgano, Blay dice que la conciencia es la relación que hay entre el ser y el vehículo que utiliza.

  3. Gracias por la respuesta y por la broma. Entonces entiendo que conciencia se refiere al sujeto individual como foco, y consciencia a su capacidad intrinseca de asimilación. Investigaré un poco mas sobre este asunto.

    Un abrazo chachi chulo a todos y a todas,
    Jaume

  4. En la aceptación y comprensión de lo que soy si lo igualo a mi conciencia me cabe preguntar algo que sin duda muchos os habéis preguntado:la necesidad del despertar y elevar nuestra conciencia radica esencialmente en lo perjudicial de los contenidos que aparecen en la conciencia cuando estamos presos del personaje. Intento explicarme. A lo largo de estos años de Trabajo constato que los contenidos que aparecen en mi conciencia han evolucionado conforme he ido despertando, de hecho cosas que antes aparecían como «dogmas» se han vuelto insustanciales a la luz de este despertar. ¿La creación del mundo no es, en este caso, la creación de la propia conciencia? Entiendo que la creación general no pasa de ser un estado global creado por la suma de las conciencias individuales, y en este sentido me hago dos preguntas claras:
    -¿Qué mundo construye nuestras conciencias?
    -¿Qué mundo puede construir nuestras conciencias?

  5. Lo que eres no lo puedes igualar a tu conciencia porque lo eres siempre. Tu conciencia determina cómo vives esto que eres; y eso si que sufre una evolución. Justamente lo que te lleva a despertar es un malestar interno subliminal consecuencia de no vivir conforme a lo que realmente eres.
    No es que tu conciencia esté creando el mundo, más bien sucede que el choque con la realidad del mundo va despertando esta conciencia.
    Date cuenta de la inmensidad del universo y de lo poco que sabemos de él; ¿tú crees que sumar los contenidos de todas las conciencias individuales podría dar como resultado este universo?
    Fíjate tú por dónde, tú haces un planteamiento idealista de la realidad y yo te contesto con argumentos realistas. Lo resalto porque de ordinario tengo que defender la posición contraria y decir que la realidad es tal como nosotros la pensamos. Pero eso es cierto para el nivel de conciencia del personaje, o incluso para el del yo experiencia, que podría describirse perfectamente utilizando la teoría de las mónadas de Leibniz. Pero cuando vas mas allá de la forma, te encuentras con una inmensidad que te contiene pero que tu conciencia es incapaz de abarcar. Vaya, te encuentras con la obra de Dios.
    Y no es contradictorio: Dios te crea a ti para que tú le descubras a El.

  6. Jordi, cuando dices que la conciencia es incapaz de abarcar la inmensidad que nos contiene no lo acabo de entender. Nos movemos en la realidad que creamos pero siempre entendí que la conciencia está potencialmente preparada para captar una realidad superior más sutil si tenemos la verdadera voluntad de sintonizar con ella, y que la conciencia (como órgano) puede contener el mundo de las formas pero teniendo clara como el agua la única realidad existente que es la realidad espiritual.

    Cuando Blay dice «Pero el drama es que nosotros creemos ser sólo una pequeña porción de ese universo, y entonces solemos tener problemas con el resto de ese universo de nuestra conciencia» entiendo que la conciencia puede abarcar la inmensidad de nuestra verdadera naturaleza, que es la de Dios

  7. Tiene mucho más sentido Jordi, me quedo con tu frase del final que merece la pena que la rumiemos porque de sencilla que es, es inmensa: Dios me crea para que lo descubra.Me parece muy hermoso.

  8. Hablo de abarcar en el sentido de comprender, no de percibir.Pero además, en tu conciencia puedes concebir que lo que tú percibes no es lo mismo que percibe otra persona; y lo que percibe otra persona lo ignoras. Volviendo a la teoría de las mónadas de Leibniz, el único que puede concebir todas las mónadas es Dios que las ha creado.

  9. Sí, nuestra conciencia aspira a la inmensidad de la Consciencia de Dios; pero la evolución personal y colectiva, todos tenemos experiencia, es costosa.
    A mi entender, el problema se da cuando el hombre y la mujer quieren hacer las cosas «mejor» que Dios.

  10. En efecto, somos los contenidos de nuestra conciencia. De los que somos conscientes, y también de los que somos inconscientes.
    Dicho de otra manera: yo, como sujeto, soy consciente de unos cuantos contenidos mios. Los otros, pienso, no son míos porque al entenderlos equivocadamente no los puedo integrar en mí.
    A medida que los vaya integrando, mi yo como sujeto crecerá.
    En realidad, lo hemos dicho en diferentes ocasiones, sólo existe un único Sujeto, un único Centro.
    Anthony de Mello hablaba del Yo y del no-Yo, al referirse a esto.
    En Blay lo pude comprender mejor.

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