El trabajo de expresarse con más autenticidad

En estos días se ha presentado una situación conflictiva en el ámbito de relación de mis actividades de ejercicio físico.

La tensión ha surgido entre mi deseo de hacer fluir la energía en el ejercicio de la forma expresada en series globales, y la imprevista manera exigida por el profesor, basada en la fragmentación de las series, para recordar con precisión sus secuencias. Este corte racional me desconcentró del goce de fluir, y lo experimenté como una imposición frustrante. En muchas ocasiones, él mismo había dicho que no era necesario forzar la memoria, puesto que fluir era en sí una acción más poderosa y eficaz para ejercitar la forma, ya que ésta se imprimía en la memoria desde el interior, aunque costara más tiempo.

En resumen, se presentó el choque entre la vivencia de la energía interna y la obligación de recordar la forma externa en segmentaciones repetitivas. Estas las experimentaba como áridas y vacías de contenido. Era pasar bruscamente del fondo a la superficie de un  tijeretazo.

Para no aferrarme a ninguna actitud de escapismo y rechazo, me esforcé en entrar en la quietud interior, entregué todas las ideas sobre el particular, y me quedé esperando a que surgiera la dirección justa. Permanecí firme, anclada en la solidez interior, y dispuesta a conocer,libre de deseos y expectativas, lo que se revelara.

Lo que surgió, me llenó de paz. Con este sentimiento advertí, que debía tratarse del paso adecuado. El trabajo al que me comprometía, consistiría en el intento de integrar y mantener conscientemente la vivencia interna a la secuenciación externa. Esto me exigiría un sobreesfuerzo de concentración por efecto de los cortes y las repeticiones que desbarataban el hilo conductor. No sabía cómo lo llevaría a cabo, pero me abrí con voluntad a esta opción.

Me hice el propósito de poner en práctica esta actitud de unir el fondo a la superficie, poniendo más energía y más amor.  

El reto residía, en transformar una experiencia ya asumida, en una vivencia inclusiva de la nueva propuesta del profesor, en la que subyacía la posibilidad de retomar el ejercicio con más precisión, amplitud y profundidad.

Por el contrario, el riesgo consistía en atender a una polaridad en detrimento de la otra. No debía quedarme atrapada ni en el interior, ni tampoco en el exterior. Conseguir la tensión justa, he aquí la cuestión.

La verificación práctica del propósito fue un milagro de unidad y de conexión. Sin mediar palabra, el profesor cambió la estrategia del proceso, y comenzó con un ejercicio muy eficaz para concienciar el fluir de la energía interna. Este hecho facilitó la realización del propósito, porque al llevar a cabo posteriormente la segmentación y repetición de la forma, pude seguir conectada al fluir interno, sensibilización que gocé, a pesar de los cortes y las repeticiones. Por cierto que estos también se propusieron de un modo más equilibrado y armonioso.

Siento una profunda gratitud por todo lo sucedido.

 

7 comentarios en “El trabajo de expresarse con más autenticidad”

  1. Lo has explicado maravillosamente. Me encantó el articulo. Esa sensación me es familiar y el no haber sabido afrontarla como tu me ha hecho muchas veces huir de clases. Tendre tus palabras en cuenta. Gracias

  2. Hola Rosa, esta lucha interna yo también la vivo en la danza y sólo cuando consigo vivir desde mí y entenderla desde dentro es cuando más conecto con ella, expresada con la mayor sutileza y acompañada de la paz que te llena.Lo que pasa que no siempre estamos igual y aunque quieras por lo que sea , no estas, por eso, tener presente tu práctica nos puede ayudar .Gracias.

  3. Gracias Rosa.
    Si me lo permitiis, comparto una experiencia que me ayuda a ser más auténtico.
    Hace años al realizar un taller sobre el eneagrama de las pasiones, me cuestioné por primera vez la relación entre emociones y sentimientos.
    Habían autores que equiparaban lo emocional con lo afectivo. Y otros afirmaban que lo afectivo viene del corazón, y lo emocional del vientre. Decidí que lo iría meditando.
    Hoy veo en lo emocional dos componentes, una afectiva y otra energética o vital, ambas guiadas por una pauta mental que presenta alguna constricción no del todo incluyente.
    Porque si en el fondo la expresión fuera total y plena, sólo tendríamos: pensamientos, sentimientos y acciones.
    Con todo, va bien expresar las emociones de manera positiva, mientras estamos de camino.
    Gracias de nuevo por la oportunidad de compartir.

  4. No sé si lo he entendido bien, no practico Yoga ni entiendo nada de él, pero cuando he leído el artículo de Rosa me he sentido identificada en cierto modo cuando las circunstancias obligan, en mi caso en el teatro, a manejarse de un modo diferente al propósito de la obra, sobre todo cuando la obra es propia y has de adaptarte a las posibilidades de los actores. Esa lucha interna por vivir y hacer vivir la experiencia integrando las posibilidades reales y la finalidad para la que fue creada. Gracias Rosa porque me das ideas aquí de cómo vivir la situación sin que aparezca la frustración de por medio porque si se vive desde donde nos dices se puede disfrutar y hacer disfrutar plenamente.

  5. A mi parecer en este artículo es muy importante la palabra intuición, creo que es la clave, no como una imaginación fantasiosa o como algo etéreo e invisible sino como la resultante del intento continuado de abrirse a la presencia del Ser en cada acto cotidiano y es a partir de ahí cuando la intuición pasa a ser operativa a través de ciertos momentos donde uno percibe, con mayor o menor intensidad, esa presencia silenciosa que también explica Blay. Como siempre las palabras de A. Blay claras concisas y absolutamente reveladoras.

  6. Esta narración me recuerda a tantos ejercicios, no sólo en el sentido físico, donde he encontrado la resistencia y el no por delante del personaje, de así no me gusta, esto no es tan eficaz de ésta manera….poniendo límites para hacer las cosas al modo ya conocido o directamente ni eso. Tal como dices; abrirse con voluntad ha sido la manera en que he logrado transformar dichas situaciones en retos e intentos por hacer algo de un modo nuevo, y luego me he dado cuenta de que no cuesta tanto, que lo que más cuesta es llegar a tomar ésta decisión de abrirse, y no tanto el abrirse una vez que te has decidido.

  7. Rosa, gracias por explicar tu experiencia; me ha sido útil
    leer y entenderla, me ha inspirado para aplicar la actitud que explicas a una situación similar.

    Es necesario el equilibrio entre interior y exterior, para fluir y moverse en armonía, sin preocuparse de deseo ni expectativas, con confianza y «firmeza interior».

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