Atribuyen a Platón la siguiente respuesta ante la pregunta de un alumno:
-Maestro, ¿qué sabías al nacer?
-Al nacer lo sabía todo…pero lo he ido olvidando.
El sentimiento de plenitud de la infancia es algo que sigo teniendo muy vívido en mi recuerdo. Con seis o siete años de edad mi padre organizaba una de sus muchas ferias del libro como parte de su actividad en el movimiento asociativo que se generó en la transición española. Fundó la asociación de vecinos de la localidad con unos estatutos en los que se reflejaban una prioridad que le obsesionaba: el acceso a la educación y a la cultura gratuitas para beneficio de las clases trabajadoras. Entiendo de dónde venía y entiendo hacia dónde quería ir, pero lo que más entiendo es que la infancia y la juventud eran para él un terreno en el que sembrar, un terreno favorable para parir un nuevo mundo.