Conscientes de nuestras posibilidades

Al clausurar el primer Congreso de ADCA en octubre de 2018, hace dos años, tuvimos la impresión de haber realizado un milagro. Porque, al hablar de Antonio Blay con gente de diversos ambientes relacionados con la espiritualidad, constatábamos que era un completo desconocido. Así que el hecho de poder recordar sus enseñanzas y de darlo a conocer en nuevos círculos, nada menos que desde Ávila y en la Universidad de la Mística, fue como poner una primera piedra en el objetivo para el que fue creada nuestra Asociación.

El mensaje que nos propusimos transmitir en el primer Congreso fue que estábamos presentando un camino práctico que podía recorrer cualquier persona que estuviera buscando algo real y sólido, sin necesidad de profesar creencia alguna. La mayoría de nosotros llegamos a Blay después de dar muchas vueltas, con la impresión de estar extraviados, pero encontramos en sus directrices una fuerza y una luz que nos devolvió la confianza en nosotros mismos. Desde esta confianza renovada hemos podido reanudar conscientemente una existencia con sentido y protagonismo y por eso estamos tan interesados en difundir esta vía.
En este segundo Congreso nos hemos propuesto resaltar la idea de proceso en la evolución personal. Lo hemos hecho presentando el Trabajo espiritual como un ejercicio que implica superar varias etapas, cada una con sus propias dificultades. Y nos hemos preocupado de resaltar que el progreso reside precisamente en vencerlas porque todo desarrollo esencial es fruto de ejercitar aquello que somos, conscientes de nuestras posibilidades y con la ayuda de algo o alguien que está por encima de nosotros.
Existe una diferencia entre los que buscan estrategias más o menos fantásticas para eludir cualquier esfuerzo y aquellos que intuyen que su naturaleza les permite ir mucho más allá de donde se encuentran detenidos. Estos reconocen de inmediato la virtud de una propuesta que no les promete maravillas sino realidades que deberán conquistar a base de empeño personal en acceder a un nivel de conciencia más elevado. Y sin embargo, agradecen la posibilidad de recibir una orientación que les evite pérdidas de tiempo y desvíos que no conducen a ninguna parte.
En este Congreso hemos resumido las etapas de este proceso, con un profundo respeto por todos los que se encuentran en cada una de ellas, luchando por superar las dificultades que corresponden a cada fase. Hemos iniciado el proceso en el desvelo del sueño (Sergi Pérez), lo hemos continuado en consolidar el despertar (Ricardo Vidal), profundizando en la limpieza del inconsciente (Paloma Marchesi), para protagonizar conscientemente la existencia (Claudia Casanovas) y redescubrir de forma experiencial la esencia que somos (Juan Maria de la Torre). Para desde ella volver al plano material desde arriba y actualizar en la existencia el potencial que somos y que ahora podemos utilizar conscientemente (Vicente Merlo y Jordi Sapés)
También hemos presentado en los talleres, a modo de ejemplo, algunos ejercicios prácticos que canalizan y rentabilizan nuestros esfuerzos: para conectar con el inconsciente (M. Pilar de Moreta), para despertar (Imanol Cueto), buscar orientación en los textos espirituales (Isabel Moya y Rosa Bachs) y facilitar la sintonía con lo superior con la ayuda del yoga (Sergio Blasco).
Queremos agradecer desde aquí el esfuerzo que han realizado todos los ponentes y talleristas para adecuar su intervención al propósito y estructura global que ha orientado el Congreso. Probablemente sea mucha información para asimilar en dos días, pero ha quedado registrada y se puede revisar con calma y tranquilidad, junto al testimonio práctico que añaden las comunicaciones y posters que se han presentado.
Si a todo ello le añadimos el inicio del día con el centramiento y el cierre con las tertulias, más las preguntas que los congresistas han formulado en las meses redondas y en los talleres, tenemos la satisfacción de haber comprobado que los asistentes al Congreso no se han sentido en ningún momento desconectados del evento sino unidos en un propósito y una vivencia que, por si misma, es una experiencia que ha valido la pena.
Queda lejos el temor de que la modalidad online pudiera debilitar el mensaje. Una vez finalizadas estas jornadas se ha hecho evidente que lo importante es la conciencia y presencia, tanto de los organizadores como de los participantes, y que el medio utilizado no ha sido más que el instrumento adecuado para vehicular este interés. Una vez más le hemos dado la vuelta a las dificultades y las hemos utilizado para crecer.
Gracias a todos por participar y haberlo hecho posible.

2 comentarios en “Conscientes de nuestras posibilidades”

  1. El congreso ha sido fruto de un equipo. Los que hemos estado dentro hemos podido comprobar que juntos somos más que la simple suma de unos más otros. Y que con relativamente poca gente, se puede hacer mucho. Gracias a todo este pequeño gran equipo

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