Diferencia entre amar y complacer

Complacer, internamente hablando, es cuando tú haces algo para de algún modo obtener el beneplácito del otro. Entonces estás buscando aquello que le complace. El amor es algo que se es, ni tan solo es lo que se hace. Es lo que se es, es nuestra naturaleza y por tanto no tiene ningún objeto, meta ni fin, no tiene por fin complacer a nadie. A mí me encanta el ejemplo de sol. El sol no nos complace. No nos complace pero no nos complace, a eso me refiero, no lo hace desde la complacencia. Irradia la luz, es imprescindible y es extraordinario todo esto que supone. Es la vida pero no hay ningún espíritu de complacencia. Entonces, cuando ya hay alguien que quiere complacer a alguien ya estamos en una trama oscura porque hay un juego por ahí debajo que no es trigo limpio. Y, por tanto, como no es puro no es verdadero, traerá su inevitable contaminación y sufrimiento.

Por esto os insisto en la meditación, en el cultivo del acto puro de amar, que es el abrirse y abrirse ante todo. Es un acto simple de acogimiento, de sí, de rendición, de apertura que nada tiene que ver con un proceso complejo de complacer a alguien. De esta actitud de apertura luego surgen infinidad de detalles, de acciones, pero que no tienen intencionalidad, no es esto para otra cosa. Hay simplemente una apertura de la cual hay un flujo de acción, de respuesta, de expresión, de acogimiento. Hemos de ir descubriendo esta experiencia. Hemos de acercarnos al amor a través del acto que es el gesto de abrir, abrir y que es aplicable a todo. En la meditación siempre os digo, primero amémonos a nosotros mismos, es lo más cercano, lo más próximo, sino va a ser  imposible amar a otro si no lo hago previamente conmigo.

Entonces esta actitud de abrirte a tus tensiones, a tus preocupaciones, a tus zonas oscuras, todo esto, abrirte, amar y ahí cultivamos el acto. Nos hacemos cada vez más dueños y señores del acto natural de amar, de aflojar, de abrir. Y luego debemos descubrir el amor en esencia, algo que también os insisto mucho que es descubrir que todo está hecho de lo mismo. Eso es el acceso más directo al amor a través de la evidencia. El acto ya nos lleva porque cuando te vas abriendo, abriendo, al final, descubres que solo hay una cosa. Pero es que el discernimiento, la evidencia de que todo lo que llamo tu, visto en profundidad, es lo mismo que llamo yo, o lo que llamo un grupo de personas, al final estamos constituidos por la misma energía, iluminados por la misma conciencia. Nos está constituyendo el mismo y único material.

Todo esto visto con absoluta evidencia te rinde al amor, genera el amor como una realidad de la que brotarán actos y sentimientos. El amor como realidad, el amor como sentimiento, el amor como acto. Hay que trabajar las 3 cosas: el acto, la realidad y también el sentimiento. Cuando se siente, sed muy conscientes de este sentimiento amoroso cuando aparece como sentimiento desligado de a quién, a qué, siempre aquel factor transitivo. Todos los factores transitivos, adverbiales  – el para, el con, el como – todo es mente pura. Hemos de aprovechar el reconocer el acto que es en lugar de cerrar, abrir, soltar, abrazar. Son maneras de referirnos al acto, al sentimiento, ese sabor del amor como sentimiento y la realidad del amor que es, que somos uno, pero no como una palabra bonita, una frase, sino como una evidencia científica, constatable y constatada.

Lo que me hace respirar a mi es lo que te hace respirar a ti y a todos. Lo veo con evidencia, lo siento, siento que hay un único motor que nos empuja a todos. Si lo siento y lo experimento me estoy acercando al verdadero amor como realidad, al origen del amor que es el amor como realidad. Es la base. Blay decía que cuanto mejor se vive el amor es cuanto menos sentimiento hay, en el sentido de reconocer el amor como pura realidad, que es luego fuente de todo sentimiento y de todo acto.

Antonio Jorge Larruy

www.antoniojorgelarruy.com

 

 

 

 

 

 

Antonio Jorge Larruy estará del 12 al 14 de Octubre en el Congreso «Autoconocimiento y Espiritualidad en el siglo XXI. Práctica de la obra de Antonio Blay».

Más información: congresoantonioblay.com

8 comentarios en “Diferencia entre amar y complacer”

  1. El amor entendido no como complacencia hacia los demás, sino como la constatación de un único motor que nos empuja y une a todos.

    Gracias Antonio Jorge.

  2. Se habla mucho del Amor y generalmente se confunde con romanticismo. Es importante recordar que lo que somos se desarrolla ejercitándolo. Y con el amor esperamos que sean los demás los que nos den. Pues no. Sólo ejercitando el amor que somos, actualizamos nuestro potencial. Y para esto no hay que hacer nada, porque como lo somos, fluye. Tan solo dejarnos hacer, no impedirlo, no poner dificultades, abrirnos a lo Superior.
    Gracias Antonio Jorge.

  3. Estoy de acuerdo con Carlos con la idea que tendemos a confundir el Amor con el amor romántico y la verdad es que nada tiene que ver. Y muy acertada la frase de Blay que cita Antonio Jorge: «cuanto mejor se vive el amor es cuanto menos sentimiento hay, en el sentido de reconocer el amor como pura realidad, que es luego fuente de todo sentimiento y de todo acto». Si accedes a ese Amor y actúas desde allí, emanará esa realidad, esa actualización permanente que somos de esa fuente inacabable.

  4. Por la educación siempre hemos vivido el amor como algo transitivo, de hecho en las relaciones sean del tipo que sean » yo te trato a ti como tu a mi» cuantas veces he oido esa frase. Al descubrir por el trabajo que el amor és algo que soy y además nada tiene que ver con esa moneda de cambio ( yo te doy para recibir ) te quedas enamorada del amor. Eso de abrirte a tus tensiones, a tus preocupaciones, a tus zonas oscuras, es liberdor.
    Gracias Antonio Jorge por el artículo.

  5. Esta imagen del sol que no pretende complacer pero complace podemos trasladarla a las cajeras del supermercado, al kiosquero que nos reserva el periódico, al agente que comprueba si hemos colocado el ticket de la zona azul en nuestro automóvil… a todas las personas que se interrelacionan con nosotros de una forma directa o indirecta en tanto que están cumpliendo una determinada función en el colectivo.

    A lo mejor el del kiosco quiere complacernos para que le sigamos comprando el periódico, pero seguro que el vigilante del parking no contempla que le vayamos a premiar por su rigor. Y no obstante, si no fuera por este rigor, a lo mejor nos resultaría imposible encontrar un hueco para dejar nuestro coche.

    Percibir esta unidad que nos incluye y nos cuida, de una manera impersonal pero cierta, es una forma de tomar conciencia del amor que somos. No obstante, cada uno de nosotros es un foco que manifiesta este amor de una manera concreta, así que no está por demás reconocer en el otro esta realidad personal con una sonrisa o una muestra de agradecimiento. Porque el Amor de Dios se expresa tanto en la unidad como en la diversidad, en el Todo y en la parte.

  6. En mi caso particular el Trabajo me ha hecho entender que el amor es algo que no está unicamente en la pareja, en los amigos y en la familia.
    El amor está en todo momento cuando estoy despierta. Ya esto te cambia la vida.

    Y otra de las ideas que tenía respecto al amor es que era algo flojillo, muy de consentir o complacer (aunque por otro lado ya sabía yo que no, que así no andaban las cosas bien) y que va! es que además te das cuenta de que el amor tiene una fuerza increible

  7. Me ha gustado el recordatorio sobre las tres dimensiones del amor. Quiero señalar la importancia del amor como acto: abrir, soltar, acoger, rendirse. Esta conciencia de acto es la que da protagonismo a la individualidad. Es el amor que se vive sin expectativas, sin apegos, sin intereses condicionantes, y permite pasar del amor como realidad al plano en que nos desarrollamos. Conlleva sentimiento pero éste no es unidireccional o exclusivo, sino que es multidireccional e inclusivo. El amor en nuestro plano no podría ser operativo y saludable, sin esta acción de soltar porque nuestro centro interior no es un almacén en el que guardamos los sentimientos, sino la Fuente en la que estos fluyen para manifestarse en el momento actual.

  8. Efectivamente, se nos ha educado para contemplar el amor como algo transitivo, como una emoción o sentimiento.
    El amor tiene varios aspectos y no lo debemos olvidar porque nos perdemos en detalles que nos impiden ver esa totalidad.
    El Amor es parte esencial de todo lo que existe es lo que nos hace únicos y diferentes es lo que nos une a un Todo, porque sin diversidad no podría haber unidad.
    Ejercitamos el amor cada vez que hacemos algo tan simple como disponer una mesa para una comida, preparar una sala para una charla, escribir una carta. Que no falte detalle y se adecúe para lo que está pensado, eso es Amor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio