Dios ha de incluir todos los aspectos de todo

Carlos Ribot. Monumento Partisano. Bérgamo. Italia

Probablemente la noción que daremos de Dios chocará con la formación que hemos recibido. Sin embargo, es una profunda convicción de todo aquel que trata de ver y pensar por sí mismo el que Dios no puede ser una fórmula. Dios no puede ser una imagen que nos viene prefabricada, sino que ha de ser un descubrimiento permanente.

     Un descubrimiento que permita ver la verdad, la razón de ser de todo, absolutamente todo lo que existe. Que no deje cosas aparte. Que no mire sólo a un sector, a un aspecto de la existencia. Ha de ser un Dios que concilie el aspecto más amable y el más tremendo, a nuestra vista, de la  existencia.

 

     Es inútil pretender hablar del amor que Dios es y nos tiene, entender este amor en términos maternales y después cerrar los ojos ante cataclismos, ante desastres que arrebatan la vida a millares de personas, sin que se vea ninguna razón lógica ni justificación moral para ello. Hemos de llegar a una intuición y aceptación, a un descubrimiento de Dios como la razón de ser de todo. No un Dios que sea sólo un refugio, que esté hecho de deseos, de aspiraciones y de sueños, sino un Dios que sea la realidad total. Un Dios que nos permita enfrentarnos con lo más delicioso y lo más horrendo. Es decir, un Dios que sea Dios de todo, Dios de cada instante, Dios de cada cosa, Dios de cada situación. Sin dejar nada aparte. Hemos de realizar el acercamiento a un Dios que sea no solamente el Dios del amor, del bien, de la moral, sino también el del poder, el de la potencia creadora y destructora. Hemos de acercarnos a un Dios que sea el conocimiento, no sólo un conocimiento filosófico o poético,  sino también un conocimiento técnico, aquel que se puede utilizar en la destrucción, en la guerra. El conocimiento incluso que se atribuye a lo llamado demoníaco. El CONOCIMIENTO, con mayúscula. Todo el conocimiento.

    

     Hemos de realizar un Dios que nos permita ver qué es Dios. El Dios de la miseria, de la desolación, de la desgracia. Como lo es de la belleza, de la sublimidad. Una noción de Dios que dejara aparte cualquiera de estas cosas sería falsa. Sería un Dios que no es Dios, que no es el verdadero Absoluto.

 

     La crisis que está sufriendo actualmente la tradición religiosa en todo el mundo es debida, en parte, a esa imagen parcial de Dios. Una imagen cristalizada que ha querido presentar a Dios sólo en algunos de sus aspectos, prescindiendo de los demás, en tanto que la vida está imponiendo cada día ante nuestros ojos y nuestra experiencia todos los aspectos, los agradables y los desagradables. Y si la imagen que se nos ha dado de Dios no consigue enmarcar todos los hechos de la experiencia, esta imagen no puede mantenerse.

 

 

Caminos de autorrealización. Tomo II, La integración trascendente. Pág. 20. Ed Cedel. Distribuido por ADCA: 

https://autorrealizacion.org/recursos/trilogia-caminos

Foto: Monumento al partisano. Bérgamo. Italia.

1 comentario en “Dios ha de incluir todos los aspectos de todo”

  1. Es difícil entender que Dios es el Dios de todas las cosas, incluidas las que no nos gustan. Tan solo soy capaz cuando, tras el sufrimiento, aprendo algo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio