Filosofía: descubrir que soy capacidad de ver

En este artículo, basado en mi experiencia personal, describiré cómo el Trabajo en la línea de Antonio Blay cambió radicalmente la forma de captar la realidad.

Analizaré en qué punto estaba antes de empezar el Trabajo y porqué era urgente realizar un trabajo específico para el desarrollo del Centro Intelectual.

Antes de comenzar el trabajo, me sentía limitada por creencias y miedos que me impedían pensar por mí misma. El personaje tenía poca confianza en mi capacidad de captar la realidad y prefería que no manifestase públicamente lo que pensaba. Para él, opinar diferente era sinónimo de división, esto implicaba excluir y ser excluido. El personaje me tenía prohibido pensar. No del todo. Me dejaba pensar y opinar sobre cosas originales que la gente desconocía.

Para superar estas limitaciones, me adentré en el estudio de la filosofía de la mano de Jordi Sapés. A través de la lectura y el análisis de diferentes corrientes filosóficas, descubrí una capacidad innata para comprender conceptos complejos y construir mi propio pensamiento crítico.

El valor de este ejercicio, no está en la adquisición de conocimientos porque puedo olvidarlos, la maravilla es experimentar esa capacidad de comprensión que soy. Cuando veo que he entendido algo complejo siento una alegría y plenitud incomparables. Esto me invita a profundizar en todo y entender cada vez más. Una vez pongo en marcha esta capacidad, la puedo aplicar a cualquier ámbito de la existencia para orientarme mejor en ella. Esto me hace sentir segura de mí misma.

Una de las bondades del trabajo de filosofía ha sido conseguir una mirada más abierta que no juzga. Esto permite ver las cosas como son en realidad y los factores que las configuran. Cuanta más información objetiva posea, mejor me podré manejar y podré proponer soluciones reales. Ante cualquier circunstancia que se me presente hay dos opciones: una es criticarla y no actuar y la otra sería mirar la situación analizándola y dar una respuesta en tiempo real. Esta experiencia me brindó una sensación de libertad y empoderamiento que transformó mi vida.

Gracias a este proceso, he aprendido a:

• Pensar de manera independiente: Ya no me dejo influenciar por las opiniones de los demás y me atrevo a expresar mis ideas con confianza.

• Comunicarme de forma más efectiva: He mejorado mi expresión oral y escrita, lo que me permite conectar mejor con los demás.
• Tomar decisiones más acertadas: Analizo las situaciones con mayor objetividad y busco soluciones basadas en la razón.
• Vivir de manera más plena: Disfruto de una mayor conciencia de mí misma y del mundo que me rodea.
• Ser la protagonista de mi vida.
• Mi mente está ocupada en asuntos reales y cada vez fantasea menos.
• Ser más eficaz en las tareas que emprendo.
• Ahora no me veo imperfecta, en determinados momentos pienso que me falta mayor conocimiento de la realidad. Entonces se trata de buscar más y más para encontrar la respuesta adecuada.
• Cualquier situación se presenta como una oportunidad paramirar, como si fuera un enigma que tengo que resolver.

Como conclusión, comparto una frase que Jordi Sapés me envió en un intercambio del ejercicio de filosofía:

¿Qué es lo que puede llevar a alguien a esforzarse por desarrollar la sabiduría? Pues el hecho de compartir la naturaleza del Ser que nos impide estar satisfechos en la ignorancia. Solo el amor por el conocimiento nos puede conducir a la conciencia de nuestra realidad.

Maria Jesús Rodríguez Gias. Miembro de ADCA y alumna. Artículo resumen del Aula Magna dictada el día 6 de noviembre de 2021, titulada: “Filosofía: descubrir que soy capacidad de ver”.

Imagen: La muerte de Sócrates. Jacques-Louis David. Pixabay.