Significado usual
Esta palabra se utiliza generalmente en un sentido. Examinando lo que quieren decir con ella muchas personas, descubrimos que entienden por autorrealización el hecho de que una persona encuentre un empleo que le llene completamente, una ocupación en la que pueda expresar sus mejores capacidades, que le satisfaga; algo así como sí, a través de ello, encontrara su lugar en la vida, en el mundo.
Significado profundo
La palabra tiene realmente una significación mucho más profunda y elevada. Autorrealización, en su versión genuina, en su versión superior, indica una meta concreta a conseguir, que puede ser enfocada desde diversos ángulos. Así, podemos decir que autorrealización es el hecho de centrar y actualizar nuestra conciencia en lo Real. Esto puede parecernos algo abstracto, puesto que podemos preguntarnos qué quiere decir, qué es lo Real. Lo real es lo que es idéntico a sí mismo, lo que es permanente, lo que no cambia ni depende de ninguna otra cosa, puesto que es en sí mismo y por sí mismo. Además, lo real es aquello que tiene en sí, de un modo intrínseco, todas las cualidades y atributos posibles que descubrimos, que observamos en nosotros mismos por lo menos y en lo que nos rodea; es el componente de todas las cualidades y atributos que existen en lo fenoménico. Eso es lo Real.
La autorrealización, vista desde otro ángulo, consiste en descubrir y vivir la verdadera identidad de nosotros mismos, de los demás, así como la verdadera naturaleza y sentido de todo cuanto existe. La palabra identidad aquí es clave. ¿Qué quiere decir identidad? Identidad indica aquello que es la verdadera naturaleza de uno, lo que hace que yo sea YO, lo que constituye la base de mi ser, lo que no está sujeto a nada, ni depende de nada, lo que es idéntico en sí mismo, aparte de todo cambio, aparte de toda mutación fenoménica.
Otro enfoque de la autorrealización consistiría en sintonizar, armonizar y unificar nuestra conciencia con la fuente absoluta, de donde procede toda potencia y energía, toda inteligencia y razón de ser, todo amor, bondad, belleza y felicidad.
Uno puede preguntarse por qué hablamos de esa fuente absoluta. Quizás el término no es adecuado, pero nuestra razón e intuición nos obligan a aceptar que todas esas cualidades, atributos que nosotros percibimos en nuestra vida interna y externa tienen un origen, una causa, una procedencia. Esta causa, como es lógico, está por encima de sus efectos y, por tanto, ha de tener en sí, de una manera intrínseca y en un grado eminente, esas mismas cualidades y atributos que percibimos. Las cualidades que se manifiestan en nosotros son la expresión de algo mayor. En ese sentido podemos hablar de una fuente, de un origen, de una causa absoluta que poseen en sí, en un grado total, esas cualidades. Así, pues, la autorrealización puede concebirse como una potencialización de todas nuestras capacidades. Pero va más allá, al pretender, incluso, llegar a una unificación con lo que es la razón de ser de todo cuanto existe.
Antonio Blay Fontcuberta. Caminos de autorrealización, tomo I: la realización del yo central. Editorial Cedel, 1982.