Todo está en el Silencio

La práctica del Silencio debe ser aprendida; mejor dicho, debe ser aprendida la práctica de dejar lo que no es silencio, pues sólo así se presenta el Silencio. El Silencio no es algo que nosotros podamos manejar o manipular; el Silencio es algo que siempre está ahí y sólo hay que descubrirlo; y se descubre cuando se quita lo que lo cubre, cuando se quita todo lo que lo oculta a nuestra conciencia. Por eso el trabajo no se relaciona con el Silencio mismo, sino con las demás cosas. Es cuando yo suelto las demás cosas-porque no tienen nada que ver con el Ser esencial, con Dios, con la realidad-, cuando entonces viene el Silencio. Cuando veo que ninguna idea, sensación, acción, tiene nada que ver con la Realidad profunda de mí, del Ser, cuando me doy cuenta de esto, lo suelto todo, lo dejo ir todo y me quedo sin nada. Este aprendizaje de “soltar” y de desidentificación es el que hay que realizar.

Cuando me desprendo de todo y me quedo sin nada, cuando yo ya no soy nada específico, entonces soy simplemente consciente de la Conciencia de Ser, sin ser ninguna cosa.

Cuando se va ganado terreno en esta práctica, entonces cada vez es más fácil. Se va tomando conciencia del desplazamiento de la atención hacia la profundidad, hasta que se puede aplicar a voluntad. Y lo mismo se consigue soltando las cosas que pienso, siento y quiero, que trasladándome directamente de donde estoy habitualmente hacia más adentro; es lo mismo. Me doy cuenta de que al “soltar” las cosas se produce este desplazamiento en profundidad de mi foco de conciencia, pero también que trasladándome voluntariamente se suelta todo lo otro. Mediante la práctica se va ganando la capacidad de trasladarse más hacia dentro, hacia el fondo, pero después uno descubre que no es trasladarse, es dejar de estar fuera.

Al principio es como si hubiera un movimiento activo, y que en lugar de estar, diríamos, en la fila 23, se pasa a estar en la 10. Esto debe aprenderse a hacerlo a voluntad, hasta que- a base de repetir la práctica- se llega a la fila 8,7,6,  y finalmente uno se da cuenta que no se trata de llegar sino que se trata de dejar de estar en cualquier otro sitio, uno se da cuenta de que siempre está en el Centro.

Lo curioso de esta práctica del Silencio es que, cuando llega a vivirse, nunca más se olvida, es como si la conciencia  realmente hubiera nacido a una nueva dimensión. Cuando se toca fondo, cuando la experiencia es realmente de Silencio, aquello deja en uno algo tan profundo que jamás desaparece. Y a medida que va trabajando y actualizando este Silencio, queda cada vez más presente y uno se da cuenta de que es idéntico a la propia Identidad, y entonces  se vive en este Silencio.

Fragmento del libro: “Personalidad y Niveles Superiores de Conciencia” Ed. Índigo 1991, pág.268

2 comentarios en “Todo está en el Silencio”

  1. En la población Centellas habitaba una pequeña comunidad de monjes contemplativos
    y en la entrada había plantado un cartelito de madera bajo una encina grande con la frase “ El silenci es la gran revelacio deia Lao Tse” desde luego era un buen sitio para escuchar mi ruido interno .
    Agradeceros a todos vuestra labor con la web que encuentro tan lograda y necesaría , un saludo Esteban.

  2. Gracias Esteban. Una de las formas del silencio es andar por el mundo sin hacer ruido. Así que las personas humildes y sencillas que procuran simplemente cumplir sus obligaciones de la mejor manera posible son buenos practicantes de este consejo de Lao Tsé.
    Si puedes escuchar tu ruido interno es que hay un aparte de tu conciencia que está en silencio; de lo contrario lo confundirías todo.
    Gracias por tu comentario.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio