El trabajo a conciencia: trascender la personalidad

Muchas veces, en los artículos de ADCA hablamos de la necesidad de estar despierto como único remedio al nivel de conciencia del personaje; al que, por el contrario, llamamos estar dormido. Esta necesidad de estar despierto, de ser conscientes de ser el sujeto de nuestra existencia, cae por su propio peso cuando las pesadillas a las que nos somete el personaje se hacen insoportables y uno busca algo sólido y verdadero.

Al principio, este ejercicio es como un extraño reto que no se acaba de comprender, aunque uno intuye que haciéndolo se encontrará mejor. Más adelante, cuando el Trabajo penetra en la persona satisfaciendo la demanda del Yo Esencial, este reto de recuperar la conciencia del Yo Soy, se convierte en una carrera de fondo en la que básicamente se trata de ser sincero con uno mismo, de constatar en qué nivel de conciencia estamos situados en cada momento. Darse cuenta de si uno está dormido para volver a tomar conciencia del sujeto que tiene la capacidad de decidir su respuesta.
La diferencia entre estos dos niveles de conciencia es muy grande. Pero experimentar uno u otro depende de con qué actitud queramos vivir: si optamos por responsabilizarnos de nuestra existencia o dejamos que funcione por sí solo el modo ‘automático’. En el segundo caso uno no está disponible, se mueve por mecanismos aprendidos que funcionan por él. Pero en el modo consciente, se modifica absolutamente todo: sientes una responsabilidad total y absoluta contigo mismo y percibes que tienes un compromiso con lo Superior, un compromiso que hace que la vida tenga un sentido palpable y real. En ese momento eres el protagonista de tu existencia, eres el capitán de tu alma, como decía Nelson Mandela.

Este artículo quiere resaltar la necesidad de hacerlo todo con conciencia y a conciencia: desde el Espíritu y para el Espíritu, con perseverancia, constatando que uno está totalmente presente en cada cosa que hace. Eso es lo que se conoce como «integridad» y es sinónimo de libertad del Espíritu.
También debemos tener en cuenta que el hecho de acomodarnos y seguir con el orden establecido nos mantiene esclavos de nuestros mecanismos viviendo con más desasosiego interior y menos libertad. Y esto se traslada al campo de nuestra expresión social, que es un reflejo de cómo me vivo a mí mismo.
Esto no son cuentos de hadas. Últimamente hemos trabajado con Jordi Sapés la figura de Jesucristo y el mensaje que dejó al aceptar su muerte. Asumió la muerte del cuerpo físico como única manera de hacernos ver la única realidad existente, la Realidad Esencial. Por desgracia, mucha gente considera la vida de este hombre algo histórico o mítico que ya no sorprende; porque lo relacionamos con la moralina que le añade la Iglesia. Pero conlleva un mensaje claro y muy potente, francamente transformador que no es único como podemos contemplar en otros ejemplos sorprendentes de personas que hacen un trabajo a conciencia. Y recientes.
Antes he mencionado a Nelson Mandela.
Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica, venció no solo los intereses subjetivos sino también la inercia del colectivo; la presión de la propia comunidad negra, nada dispuesta a perdonar a los blancos después de haberlos sometido al Apartheid durante tanto tiempo.  Tras 27 años en prisión por una condena injusta, en condiciones infrahumanas, recibiendo una única visita cada seis meses, su respuesta podría haber sido el tradicional «ojo por ojo, diente por diente».

Pero no lo hizo. Mandela tenía un propósito que estaba por encima de su personalidad y en esos momentos estaba en condiciones de perdonar desde lo más hondo del alma. Seguramente esos 27 años en prisión le llevaron a constatar lo esencial en sí mismo y en su propósito, la reunificación del país. Al salir de prisión  puso su personalidad al servicio de esta reunificación.
Indicó las virtudes de aquello que quería y lo pudo hacer porque lo que defendía se sustentaba en el hondo sentido común que nos proporciona la conciencia: el amor que se manifiesta en la unidad. Estaba dispuesto a morir por el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas convivieran en igualdad de oportunidades.

Dice Antonio Blay:
Yo como personalidad no existo. Yo como personalidad sólo existo en interdependencia total, inevitable, con todo el resto. No existe nada que pueda calificarse de identidad separada. Eso no existe en absoluto. La fragmentación es producto de la visión del yo idea, pero es una unidad. Desde el punto de vista fenoménico somos una unidad inevitable con el todo y no podemos dejar de serlo.

Lo cierto es que no es necesario vivir una situación crítica para comprometernos en este trabajo de honestidad y descubrimiento. Lo crítico es dejar que el personaje funcione por nosotros y desperdicie las  posibilidades que nuestra naturaleza nos da. En cada momento de nuestra vida estamos decidiendo si optamos por el trabajo hecho a conciencia o nos dejamos llevar por los mecanismos aprendidos. Somos un punto en la conciencia de Dios, así que antes o después volveremos experimentar completamente la Totalidad. La gracia en está en descubrirlo ahora, en esta dimensión.

14 comentarios en “El trabajo a conciencia: trascender la personalidad”

  1. Poco se puede añadir a esta reflexión, tan profunda y clara.

    Como es habitual el dejarse llevar por los mecanismos, los hábitos de siempre, las respuestas defensivas, y dejarse vivir por algo que no es nuestra identidad, nos mantiene viviendo en un submundo personal, en una pompa artificial y resistente que no nos deja disfrutar del aire limpio y fresco, que nos impide ver la verdadera luminosidad de la Realidad.

    Como todo lo Verdadero es gran una felicidad cuando somos lo que Somos, ese Amor, esa dulce Paz y esa capacidad de Ver más allá de lo aparente, ver lo que si Es. Esto nos da marcha para seguir adelante en este pequeño esfuerzo, que nos da tanta felicidad.

    Tan solo decir que resulta tan nutritivo y clarificador que es para disfrutarlo más de lo aconsejado, y leerlo 21 veces por lo menos.

    Feliz nuevo arbolito 2014, y a regar, a regar constantemente.

  2. Muchísimas gracias por tu comentario Manuela. La verdad es que hace mucha ilusión.
    En este peregrinaje todos necesitamos referentes, y para mí, tanto Jesucristo como Nelson Mandela lo son; inspeccionar sus vidas me ayuda a ver más claramente las posibilidades externas de transformación al vivir desde nuestra naturaleza esencial, en lugar de mirarnos tanto el ombligo.
    Feliz Año para todos y los mejores deseos para vuestros árboles, para que crezcan bien sanos y fructíferos. Como dice Jordi aquí hay un campo en el que pueden fructíferar muy bien

  3. Encuentro muy acertado el referente que pones de Nelson Mandela para reseñar el sacrificio de la personalidad. Es una persona históricamente muy cercana a nosotros, y hemos podido seguir su trayectoria de vida, por lo tanto nos es más fácil aceptar su individualidad en acción. No sabemos cómo se fue formando su proyecto de reunificación y cómo de claro y potente era su deseo. Yo creo que en la cárcel se despojó de su personalidad y quedó su individualidad desnuda, esencialmente viva, y esta vida cambió su suerte. Por ello pudo realizar su propósito.
    También quiero mencionar a otros exponentes de este fenómeno de individuación humana que otras personas con biografías muy diferentes llevaron a término como la Madre Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer que todavía nos es más cercano. Por cierto, en el canal 1 de TVE empieza hoy, supongo que con diversos capítulos, la vida de este hombre ejemplar.

  4. Me gustaría añadir que solemos considerar el Trabajo como algo muy difícil cuando, en realidad, lo que es difícil es vivir dormido. Estos días en Oseira hemos estado cantando el Salmo 118 que dice: «he escogido el camino seguro cumpliendo tus mandamientos»; y es que, si los repasáis, veréis que son de sentido común.

  5. Llevo días atrapado en un problema de los que me suelen durar 1 semana hasta que paso a otro de otra semana y es como cuando en los sueños nocturnos trato de correr y por más que me esfuerzo no avanzo. En el trabajo de los diarios en mí día a día hay momentos en mi andadura de principiante donde he podido disfrutar de sentirme vivo sin sentirme preso de la idea que tengo de mí. ¿No se si esto se le puede llamar momentos de liberación interior? A mi me suena que si, hasta que me atrapa otro problema de una semana .Me parece que esto debe estar relacionado con lo que Miquel nos comenta en un redactado tan enriquecedor.

    Gracias por vuestro trabajo, Esteban

    Bueno como estudie matemáticas en graduado escolar ,aparte de problemas de 1 semana también puedo tenerlos de un día,3 minutos .Saludos.

  6. Llevo días atrapado en un problema de los que me suelen durar 1 semana hasta que paso a otro de otra semana y es como cuando en los sueños nocturnos trato de correr y por más que me esfuerzo no avanzo. En el trabajo de los diarios en mí día a día hay momentos en mi andadura de principiante donde he podido disfrutar de sentirme vivo sin sentirme preso de la idea que tengo de mí. ¿No se si esto se le puede llamar momentos de liberación interior? A mi me suena que si, hasta que me atrapa otro problema de una semana .Me parece que esto debe estar relacionado con lo que Miquel nos comenta en un redactado tan enriquecedor.

    Gracias por vuestro trabajo, Esteban

    Bueno como estudie matemáticas en graduado escolar ,aparte de problemas de 1 semana también puedo tenerlos de un día,3 minutos .Saludos.

  7. Es que los problemas se solucionan atravesándolos; son lecciones que debemos aprender y eso conlleva su tiempo. Si sólo duran una semana, ya puedes estar contento porque significa que al final tienes la experiencia de resolverlos; y da igual que los resuelvas tú o que te los resuelva otro. A veces decimos que se han resuelto solos, pero entonces es porque eran una fantasía.

  8. Hola Esteban, hay un dicho muy simple que dice: Los problemas no existen; se los crea uno. Parece una tontería pero si lo miras bien es así porque si no lo fuera todos tendríamos los mismos problemas, sin embargo habrás comprobado por ti mismo que algunos problemas que uno vive de forma muy traumática, resulta que a otras personas no les hace “ni fu ni fa”. Entonces ¿Qué o quién está creando el problema?: Míralo.
    Como a pesar de lo que te expongo, vas a seguir con el problema, la situación o tu estado de ánimo cambiará por completo si dicho problema lo tomas como un reto que la vida te presenta para que tengas la oportunidad de seguir creciendo.

  9. En cuánto al comentario de Rosa la verdad es que sí, que a veces nos es más cómodo ver ejemplos un poco más cercanos en el tiempo. Lo cierto es que Maria Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer son bien interesantes.
    Esteban gracias a ti por dejar tu comentario. Celebro que resulten interesantes estos artículos

  10. Supongo que no me puedo desprender de mis prejuicios pero la figura de Teresa de Calcuta no es un referente para mi. Es más, hasta me produce cierto rechazo.
    Agradecería que me ayudarais a superar esto compartiendo aquí como la veis. Es posible que al conocer otras visiones pueda cambiar la mía. Lo cierto es que, puestos a buscar referentes cercanos, la monja Teresa Forcades me parece mucho más interesante.

  11. Hola Pedro, mira yo solo conozco un poco la vida de Maria Teresa de Calcuta por un documental y a la Teresa Forcades de alguna entrevista. En mi caso, por lo visto, que es poco, las dos personas me parecen fuera de lo común, por amor y capacidad de trabajo para llevar un proyecto de vida. Pero esto puede que alguien encuentre pegas a una o la otra, lo importante aquí es ver si en tú trabajo personal estas personas despiertan algo superior en ti, no se trata de que nadie te convenza de que una es mejor que la otra, sino que valoras de ellas y actualizarlo tú, y es muy probable que dejen de ser un referente y pasen a ser admirables.

    Un abrazo,
    Jaume

  12. La cuestión es que no me interesa admirar a nadie, lo que siempre he buscado han sido personas referenciales. El gran referente es Jesús pero es evidente que necesitamos personas más cercanas para que nos sirvan de faro.
    Uno de los criterios que sigo en esa búsqueda es ver si la persona en cuestión ha desarrollado de modo armónico los tres focos. En ese sentido, tengo la impresión de que este criterio no se cumple del todo en Teresa de Calcuta. Puedo equivocarme pero es la impresión que tengo. Mandela me llega mucho más, no sólo el Mandela presidente sino el conjunto de su biografía.
    Por último, ya sé que de todo el mundo podemos aprender algo pero creo que es importante saber hacia dónde apunta la brújula.
    En una cosa seguro que estaremos de acuerdo: en el terreno espiritual hemos dado con las personas adecuadas.

  13. Hola Pedro, gracias por comentar. Yo he citado a Mandela porque su vida y su evolución me ayuda a despertar algo superior en mí, sin ninguna duda, tal y como apunta Jaume. En los otros dos casos no me sucede lo mismo, al menos no de la misma manera. Así que pienso que esto también es un poco subjetivo. En el libro SER ABlay comenta que cada uno tiene que encontrar los elementos que le despierten algo superior en él. Y especifica cada uno, aclarando que lo que para alguien es inequívocamente una pequeña o gran revelación (ya se trate de cosas o personas) para otro puede no significar nada.

  14. He estado leyendo este artículo y los comentarios derivados de él y me ha hecho reflexionar sobre el asunto de los referentes de cada uno. En mi opinión creo que al principio de todo este trabajo interior uno a parte de buscar personas o situaciones que despierten en el aspectos de lo superior hay una necesidad, no sé si subconsciente o inconsciente, de encontrar fuera alguna persona o situación que pruebe que ese anhelo interno que siente tiene una entidad de realidad fuera y creo que desde aquí cada uno se referencia en diferentes personalidades históricas que le llegan más o menos, puede que a través de esto la persona obtenga la suficiente motivación para trabajar y de esta manera uno va constatando que eso que observa fuera también esta, como sospechaba en un principio, dentro de uno y el verdadero referente pasa a ser su propia experiencia, lo cual no quiere decir que siga observando la vida de estas personas que han actualizado el potencial que son como motivo de estudio para profundizar en el descubrimiento de su propio fondo. Un saludo.

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