
A punto de jubilarme andaba yo repasando mí vida laboral y por lo tanto toda ella; es algo que sucede con cierta frecuencia. En este punto de la existencia o te apuntas al IMSERSO y te evades de la realidad, que no es otra que, por ley natural, tus años de productividad se acaban, o te planteas que tienes que aprovecharlos al máximo.
He tenido la suerte de poder ejercer la profesión más bonita del mundo: enfermera, y la suerte de que me pagaran por ello, cuando en realidad siempre pensé que tendría que ser yo que pagara por disfrutarlo.
En un momento del “Trabajo” se me planteó como aplicarlo en el ámbito laboral y lo hice, especialmente con pacientes de fibromialgia. Más adelante y viendo su eficacia me propuse divulgarlo y presenté varios trabajos en diversos congresos de enfermería. En el último gané el premio al mejor poster, justo unos meses antes de jubilarme. Es parecido al que he presentado ahora en el Congreso de ADCA.