Mundos paralelos y espiritualidad

Supongo que a la mayoría de nosotros la conducta y las medidas de gobierno que ha promulgado Donald Trump durante estos cuatro años, así como su resistencia a reconocer que ha perdido las elecciones y a abandonar el cargo, nos parece algo atroz: casi nos cuesta aceptar que pueda estar pasando algo así. Y sin embargo a este señor le han votado 73 millones de estadounidenses, así que probablemente no lo vean de la misma manera que lo vemos nosotros; es imposible que tengan la misma información

 

Parece que este es el caso: las redes sociales, programadas de entrada con objetivos comerciales, han generado un efecto inesperado, creando una serie de realidades paralelas y estancas, una especie de mónadas colectivas, que tienen su propia dinámica y entran en colisión unas con otras.

 

Si iniciamos una búsqueda en Google, el programa nos propone de inmediato una serie de alternativas para ahorrarnos tener que escribir la frase completa. La cuestión es que a cada uno nos saca una lista distinta; y en esta lista figuran exclusivamente el tipo de opiniones que el programa sabe que compartimos.

 

Así que cuando utilizamos estas redes sociales para difundir nuestra línea el mensaje lo reciben solamente las personas que sienten atracción por estos temas. Aquellos que se lo miran con distancia o que se posicionan claramente en contra de estas propuestas ni tan solo lo llegan a ver.

 

Por desgracias, a nosotros se nos ubica en el sector del esoterismo. A mí, por ejemplo me llegan todos los mensajes negacionistas sobre la Covid 19, porque el algoritmo de Google presupone que por ser espiritual tengo que ser negacionista; lo cual me da a entender que, probablemente, ningún médico que trabaje en un hospital recibirá nuestras propuestas.

 

Y claro, a nosotros no nos interesan los negacionistas sino la gente responsable, normal y corriente. Proponemos que el tradicional enfrentamiento entre la derecha y la izquierda deje paso a un nuevo humanismo capaz de atender los problemas de la población; y que dejemos de perder el tiempo en peleas entre fuerzas políticas que solo aspiran a administrar el tinglado actual.

 

Pero en la práctica, ¿esto nos hace colaborar con los negacionistas en contra de la ciencia?  ¿Estamos despertando el interés por la espiritualidad en nuevos sectores de la sociedad o estamos simplemente compitiendo en el mercado alternativo por atraer a gente que ni tan siquiera tiene verdadera intención de hacer un trabajo serio?

 

Ya lo hemos comentado algunas veces: tenemos que hacer un esfuerzo por hablar de espiritualidad sin citar esta palabra. Pero a lo mejor también hemos de participar en grupos que hablen de otros temas, tanto personales como sociales, para poder expresar allí nuestra opinión. Al tiempo que constatamos las dificultades que se plantea la gente normal en estos ámbitos y la existencia de otros puntos de vista. El único requisito es que sean serios y estén realmente preocupados  por hacer avanzar a la sociedad en aquellos frentes en los que actúan.

 

Estaría bien que cada uno investigara en su sector profesional a ver qué grupos encuentra.                       

5 comentarios en “Mundos paralelos y espiritualidad”

  1. Contestando tu pregunta, en mi trabajo y en mi medio no tengo más que pronunciar la palabra espiritualidad para que el otro se posicione. Y muchas veces me llevo sorpresas de quienes esperaba una postura beligerante. Lo difícil es hablar de ello de verdad, como tú dices, sin pronunciar la palabra. O sea, con la naturalidad de la vida concreta, cotidiana.

  2. Supongo que podemos hacer alusión a la espiritualidad sin hablar de ella animando a que la gente se implique en los cambios, animando a salir de la inercia en nuestra forma de trabajar, buscando la innovación y la impecabilidad en nuestro trabajo.

  3. Los medios de comunicación oficiales responden a los intereses e intenciones de sus dueños. Que generalmente no velan por los intereses del ciudadano.
    Así pues, seguramente nos es difícil entender el caso de Trump porque no tenemos la misma información.
    Cuando hacemos una compra o buscamos información por internet el algoritmo nos asigna una serie de temas que él estima que nos podrían interesar basándose en la recopilación de datos de la actividad de las personas en internet.
    De nosotros depende salir de la casilla que nos ha asignado el algoritmo y buscar información que contraste, complete…esa información que nos ha propuesto el algoritmo.
    A día de hoy en la situación actual la dicotomia de izquierda y de derecha ( que a mi parecer era y sigue siendo ilusoria e interesada) la están queriendo sustituir por otra nueva, que nos lleva a una nueva programación de la mente de la sociedad.
    Este programa nos quiere separar y definir en dos grupos. Por un lado la gente responsable, seria, racional, solidaria y bien intencionada. Por el otro el grupo de los negacionistas, irresponsables, insolidarios, terraplanistas, etc.
    Si miramos con un poco de atención nos damos cuenta que estos encasillamientos no son, ni inocentes, ni desinteresados, en absoluto objetivos. Responden al objetivo del nuevo programa que quieren grabar en la mente de la sociedad. Para eso se utilizan los algoritmos.
    Como dices desgraciadamente el esoterismo es encuadrado dentro del cajón negacionista, así como cualquiera que ponga en tela de juicio los acontecimientos actuales y medidas adoptadas, y a la gente de ciencias se le quiere asignar al otro, sabiendo lo irreales que son estos encasillamientos.
    Quizás deberíamos comenzar por no dejarnos programar y superar los prejuicios y etiquetas para ver la realidad y poder crear nuevos instrumentos y relaciones al servicio del hombre y no seguir siendo el hombre un instrumento, un bien, una marioneta para uso del modelo de poder socio- económico-cultural actual.
    Amaia y Urko

  4. Jordi Sapés de Lema

    A mi me parece que se trata de que cada uno defienda y publique lo que ve. Cuando dices lo que tú ves no necesitas indicar previamente en que grupo te incluyes, si eres de derechas o de izquierdas, si eres racional o negacionista. En cambio cuando hacemos publicidad de lo que pensamos, nos referimos necesariamente a lo que ha dicho alguien previamente; y eso no añade nada al conocimiento. Es pura emocionalidad: ser de unos en contra de otros y sentirse orgulloso de pensar de una determinada manera porque es «la nuestra».

  5. Es una pena la tendencia a polarizarse que muestra últimamente la sociedad, apoyándose en las dinámicas que facilitan las redes sociales. Polarización que implica visiones cerradas y estancas. Parece que lo único que desean quienes lo dirigen es dominar completamente la mente de los miembros de su grupo.

    Esta dinámica más bien es un retroceso en el avance de la humanidad, un proceso de infantilización. La dirección correcta, como bien dices, debería ir hacia el rescate del sentido común y la responsabilidad para atender los problemas reales en los que nos enfrentamos. Gracias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio