Plantear la trascendencia

El curso de presentación del Trabajo espiritual se divide en tres partes. […]

     En la tercera parte, nos gusta comunicar que esta existencia, tan limitada desde los anteojos del personaje, adquiere una dimensión muy diferente, cuando la miramos desde una conciencia despierta. Y otra, todavía más revolucionaria, si la vemos desde el espíritu.

 

     Claro, del espíritu han hablado tradicionalmente las religiones; y la gente que acude a nuestros cursos suele tener una postura crítica en relación a las  mismas. Preguntados acerca de Dios, la mayoría se declaran agnósticos y algunos ateos. Por eso, en la tercera parte del curso, cuando intentamos hablar del Ser Esencial y de la trascendencia, nos encontramos con dificultades porque se interpreta que hablamos de religión.

 

     En cierto momento, nos llegamos a plantear si no sería mejor eludir esta última parte para no asustar a nadie: los que iniciaran el camino ya se la encontrarían más adelante y, entonces, estarían más preparados. Sin embargo, decidimos que no podíamos obviar esta cuestión en un curso que promueve el redescubrimiento de nuestra identidad esencial. Todo tiene sentido en la medida en que caminamos hacia la experiencia del ser que somos; así que, si no podemos hablar de la Esencia, de Dios, se nos cae todo.

 

     Además, para facilitar la experiencia de la trascendencia, nos retiramos una semana en un monasterio, una vez al año, porque encontramos allí una atmósfera propicia para un contacto con los niveles espirituales del ser humano. Y también aquí aparecen problemas y discusiones porque la gente, de entrada, no se siente atraída por participar en las liturgias y convivir con los monjes. Y ahí es donde tenemos que resaltar que esta es una vía práctica que se fundamenta en la experiencia. Rechazar esta experiencia porque no se cree en algo, nos deja bloqueados en el mundo de las creencias; da igual que sean positivas o negativas, que se esté a favor o en contra.

 

     El hecho es que, durante el retiro al que acudimos con una previa preparación, la práctica totalidad de los participantes viven la experiencia del contacto con lo superior. Y esto permite contemplar la espiritualidad desde más arriba y darle un significado muy diferente al camino que tenemos que recorrer y a la existencia que vivimos de regreso a nuestra vida cotidiana.

 

Jordi Sapés de Lema. “Espiritualidad y vida cotidiana. Práctica de Antonio Blay desde lo superior”. Colección Jordi Sapés. Boira editorial. 2020.

 

Imagen: Pexels.com

2 comentarios en “Plantear la trascendencia”

  1. Me ha gustado mucho cuando Jordi habla de la revolución del Espíritu.
    Es fundamental hablar de la trascendencia en cualquier momento, sin miedo al rechazo que pueden provocar nuestras palabras. El Espíritu nos configura y no se adscribe directamente a ninguna religión específica.
    El espíritu es patrimonio de todos.

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