Somos instrumentos de lo superior

Dios es el nombre que damos a lo que para nosotros es la noción de lo más fabuloso. Es, pues, la meta última, o la parte nuestra, diríamos, no reconocida, o la máxima que podemos llegar a actualizar. Nuestro objetivo, pues, es ir a ello, actualizarlo y reconocernos en tanto que ello, allí. Luego ya veremos qué pasa. Pero sí os puedo decir que se producen nuevas visiones, nuevas expansiones de conciencia; y que este trabajo basta para satisfacer toda la existencia, plenamente, absolutamente. La conciencia superior ya es una actualidad total. La razón de la existencia personal reside en lograr que lo que está arriba se traslade abajo. Nosotros, como personalidades, somos los instrumentos de este traslado. Somos como los instrumentos de este «transformador» que hace que lo superior descienda a lo inferior, que el espíritu se encarne en la materia, y así nos conduzca a evolucionar, es decir, a que la vibración de baja frecuencia, ascienda.

 

Ésta es una noción que nunca se nos ha dado. Parece que estamos condenados (según la enseñanza que hemos recibido) a ser una personalidad, la que parece que tiene un alma por algún sitio, la cual hemos de guardar muy bien, y limpiarla, y tal y tal, para que luego brille en algún otro sitio ignorado. No…, nosotros estamos ya unidos con Dios, y esto es de fe (dentro de la tradición católica es dogma de fe). Estamos unidos a Dios; Dios está presente en el centro de nuestra alma, por presencia, esencia y potencia. Ésa es la definición. En este sentido la parábola del hijo pródigo es ilustrativa: volver a la casa del Padre, volver a nuestra casa. Y todas las parábolas del Reino de los Cielos, que hay muchas, también tienen este sentido.
 
Pregunta: ¿Y por qué hemos tenido que venir aquí?

Blay: Fíjate que todo el rato os estoy diciendo que ya estamos allí. El problema es que yo creo ser eso que está aquí. Y por eso la realización no cambia nada; simplemente es un despertar a algo que ya es y ha sido siempre.
 
Despertar
 
Entonces, la pregunta correcta es: ¿por qué algo en mí se ha dormido? Pero esto solamente puede saberse cuando se está despierto. Porque cuando uno está dormido no puede plantearse la pregunta o la noción de que está dormido. Y si uno se la plantea es que ya no está dormido del todo. Entonces, toda pregunta y toda respuesta que pretenda aclarar esto, sin esa realización, no tiene sentido. Si yo os dijera que lo que se ve cuando se está despierto es que nunca se ha dormido, eso no lo creeríais…
  (algunas risas)

… si os dijera que lo que se ve cuando se está despierto es que ¡nunca se ha estado dormido! No obstante, esto, se realiza, se llega a ver con toda claridad, con toda evidencia.

Dejémonos de estas posibilidades, porque lo que interesa ahora es el despertar. Por lo menos ver que los problemas que nos planteamos estando dormidos…, o en ese nivel de conciencia (para que nadie se moleste)… (risas)… solamente pueden tener un alcance de ese mismo nivel.
Un ejemplo. A uno que está soñando que está metido en la cárcel, que está en una celda pequeña, totalmente limitado, que no se puede mover, etcétera, va uno que está despierto y le dice «¡no, pero si estás libre!, ¡sal de ahí, muévete… !», y el otro que está allí, preso en el sueño, mientras esté en este nivel, pues no se da cuenta, no lo puede ver.
 
Pregunta: Así, si yo te hago esta pregunta en relación al despertar es que ya estoy despierta ¿no?

Blay: No. (risas).
Sólo cuando te das cuenta de que estás durmiendo es señal de que empiezas a estar despierta. Si estás despierta, ya no te haces preguntas; ya ves. Y cuando yo digo que me he pasado años haciéndome esa pregunta es que estaba en ese nivel y nada más. Y después, he visto la respuesta y también he visto que la pregunta no era necesaria. Entonces la pregunta ya no tenía sentido… pues se trata de otra cosa. Por eso, en el terreno filosófico es inútil, es absurdo, pretender dar explicaciones que corresponden a otros niveles; sólo el trabajo y la experiencia interior aclara las cosas de un modo evidente, definitivo.
 
Pregunta: Lo sabemos, pero nos cuesta entender…, que las cosas que vives no se puedan explicar con razonamientos o con…

Blay: ¿Cómo le explicarías a alguien esa paz que sientes, cuando estás realmente bien conectada? Entonces puedes ver que eso es de un nivel que no puede ser explicado, ni tiene casi sentido explicarlo en otro nivel. Pues lo mismo existe una visión y también una felicidad, respecto a las cuales esto es como la luz de una cerilla comparada con el Sol. Aquí lo presentimos un poco…, pero nada más. Entonces lo único que tiene sentido es ir a por ello porque eso es nuestro, es lo que somos.
 
Antonio Blay
LA REALIDAD
Curso de Profundización y Diálogos

4 comentarios en “Somos instrumentos de lo superior”

  1. Carolina Blay, dijo de los escritos de su padre que eran un holograma. Y no puedo encontrar mejor definición. Ya sabéis que en un punto del holograma está contenida parte de la información de TODO el holograma.
    Así me pasa, cuando leo a Blay soy incapaz de terminarme sus libros porque me enredo en un párrafo y me da para estar con él una buena temporada.
    Qué regalo para la humanidad entera.
    ¡Que se publiquen sus obras en todos los idiomas!

  2. Gracias Imanol por el texto. La única manera de experimentar algo real es vivir desde una noción central de nosotros mismos, eso es a lo que nos anima Blay porque desde ese punto todo se va dando de manera espontánea.

  3. Si somos la huella de Dios en la Tierra, ¿podemos haber estado dormidos alguna vez?, ¿o es una ilusión necesaria para honrar a Dios redescubriendo? Hay algo maravilloso en Blay. Cada palabra, cada frase o párrafo, condensa el aliento de toda la vida. Lo leo, lo releo, lo vuelvo a leer, y siempre la mismísima fuente de Oseira se instala unos instante en el centro de mi casa, y de ella brotan arcos sutiles de color dorado que se deslizan, a modo de neblina, impregnándolo todo de una nitidez especial. Hay muchos libros, mucha literatura, pero están en Blay.

  4. Un muy buen texto, em este momento escojo esta frase como preferida :»la realización no cambia nada; simplemente es un despertar a algo que ya es y ha sido siempre». Gracias

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