La plenitud existencial
Al hablar del desarrollo económico de las sociedades occidentales, suele decirse que nuestras necesidades esenciales están cubiertas. Se entiende por “necesidades esenciales” no solo las biológicas sino también las culturales: el bienestar que disfrutamos incluye nuestra formación intelectual y nos asegura la protección y el cuidado de la colectividad en caso de enfermedad, accidente, jubilación etc. Parece incuestionable que nuestra existencia se desarrolla en condiciones muy superiores a las de otras áreas del planeta o a las de tiempos pasados.