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  • #1711
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Recordad que, desde el punto de vista del Trabajo, la unidad es un hecho objetivo que se puede vivir subjetivamente de diferentes maneras, lo cual significa que puede adoptar diferentes formas; es decir: es la unidad de algo que al mismo tiempo es múltiple. Seguramente todos estaremos de acuerdo en que la única forma de unidad que resulta incuestionable es la del planeta. A partir de ella, cogiendo este mapa sin fronteras que es el globo terrestre, con un lápiz y una goma de borrar, podemos dibujar bastantes formas posibles en las que esta unidad aparece.
    Esto se ha hecho recientemente en Europa: Si tenéis un atlas de cuando erais pequeños, podéis comparar el mapa de Europa de entonces con el de ahora y veréis que, donde estaba Checoeslovaquia, aparecen ahora: Chequia y Eslovaquia; donde estaba Yugoeslavia: aparecen Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Montenegro y Macedonia; y donde estaba la Unión Soviética aparecen Estonia, Letonia, Lituania, Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia, Azerbaiyán y Kazakstán. Nada más y nada menos que 17 países más que los que había.
    Alguien que desconozca lo que ha pasado tendrá la impresión de que Europa está mucho más desunida ahora que hace 50 años; y sin embargo lo cierto es lo contrario: hace 50 años Europa era el nombre de un continente en guerra casi continua y ahora es el nombre de una unidad política formada por la Unión de 27 estados, con unos cuantos más haciendo cola para ingresar en ella. ¿Qué ha sucedido?: que algunas uniones hechas a la fuerza se han disgregado y a cambio, han aparecido otras libremente decididas.
    Cojamos ahora el mapa de España de cuando éramos pequeños y comparémoslo con el actual: veréis que de la España “una”, “grande” y “libre”, hemos pasado a la España de las autonomías: hay 17 líneas trazadas con lápiz que antes no estaban. Y por lo visto hay gente que considera que son demasiadas mientras que otros están subrayando la suya. Bueno, no pasa nada, dejemos que todos se sientan libres para decidir cómo quieren el dibujo, porque el territorio no se va a mover de sitio. Seguramente que si se sienten libres no van a tener necesidad de cambiar gran cosa porque a todo el mundo le da pereza esforzarse porque sí.
    Si la Constitución española se modificó en una noche para satisfacer a la Unión Europea, ¿por qué no se puede modificar para satisfacer a Cataluña? Y mientras tanto, si resulta que es imposible interpretarla de tal manera que se pueda dar permiso a los catalanes para consultar qué quieren hacer los catalanes; si resulta que este es un asunto que se ha de consultar a todos los españoles, pues que se consulte a todos los españoles. Hacemos el referéndum en toda España preguntando que han de hacer los catalanes y así sabremos no sólo lo que han contestado los catalanes sino todos los demás.
    Porque eso es lo que pretende hacer la Generalitat y el Parlamento de Cataluña; no dejéis que os enreden: no quieren declarar la independencia de Cataluña, solo quieren saber cómo les gustaría organizarse a los catalanes. Y pienso sinceramente que si un grupo de países, personas, naciones o regiones quiere permanecer unido, es fundamental que cada uno se interese por todos los demás. Libremente.

    #1713
    Nicolas
    Participante

    Totalmente de acuerdo con lo que dice Jordi, solo discrepo al final donde propone un referendum donde voten en toda España para ver como nos tenemos que organizar aquí.
    Entiendo que la demanda no es de allí ( España)sino de aquí ( Catalunya). De lamisma manera que a mi no se ocurriría querer intervenir en la organización de Extremadura,Aragón,..por poner un ejemplo.
    Un paralelismo podría ser el debate que tienen los británicos de irse o no, de la Unión Europea.No creo que se le ocurra a la UE decir que eso lo decidiremos todos.

    Un abrazo y buenas fiestas.
    PD. Pegarle un vistazo al video de ADCA. Felitats Miquel !! http://www.youtube.com/watch?v=w_KDPLRGv-Q%5B/b%5D

    #1735
    Jordi Calm
    Participante

    Hola a todos.

    Os recomiendo la lectura de este artículo publicado en el diario El País sobre el tema catalán, ya que aporta unas referencias históricas interesantes, y además plantea algunos temas que podemos comentar.

    http://politica.elpais.com/politica/2014/01/18/actualidad/1390059028_662750.html

    #1737
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Interesante artículo, aunque sólo contempla la relación entre Cataluña y España desde un punto de vista económico.
    Pero en este aspecto hay que hacer una precisión: Vicens Vives, en su obra Historia económica de España, deja muy claro que, aunque jamás hubo una ley que prohibiera a los catalanes participar en el comercio con América, en la práctica este comercio fue patrimonio exclusivo de la corona de Castilla. En esta misma época, las cortes de Castilla se negaron a admitir a los catalanes en las ferias de Medina del Campo en pié de igualdad y continuaron siendo considerados extranjeros. Dice Vicens Vives que no se permitió que ningún noble o mercader catalán, aragonés o valenciano pasara a las Indias, para evitar que se aplicara allí el espíritu foral, pactista y contractual surgido en estos países durante la Edad Media.
    En cambio lleva razón en lo referente al decreto de Nueva Planta que abolió los regímenes particulares de Cataluña y abrió el espacio necesario para que pudiera prosperar el mercado y la burguesía periférica.
    Me ha hecho mucha gracia esta comparación del modelo de sociedad que el autor del artículo atribuye al independentismo catalán con el pueblo de los hobbits. Y no me resisto a preguntar si, viajando hacia occidente, estos hobitts se van a encontrar en Gondor o en Mordor.

    #1738
    Jordi Calm
    Participante

    Os adjunto otro enlace a un artículo publicado por Josep Mª Pou, actor y director teatral catalán. La verdad es que he dudado si ponerlo aquí o en el otro tema de debate: «Qué esperamos de los políticos». El primer ejemplo que expone puede considerarse más o menos anecdótico, pero el segundo,en el penúltimo párrafo, ya no lo es tanto. Como siempre, cualquier opinión o aportación personal será muy enriquecedora.

    http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/cabreo-con-unos-con-otros-aqui-alla-3019972?utm_source=newsletter

    #1739
    Xavier
    Participante

    Creo que, a no ser que el estado español se convierte pronto en un estado plurinacional, Catalunya y Euskadi intentarán independizarse; la clave está en la política española y en la voluntad democrática o no de aceptar la realidad plural, la democrácia y en adaptar la legislación. El camino es modificar la Constitución para que en España sea posible lo que es posible por ejemplo en Gran Bretaña donde se reconoce a Gales o a Escocia como naciones en un Estado plurinacional, y se les reconoce la posibilidad de hacer referéndums pactados con el gobierno y el Parlamento británico; así escoceses o galeses pueden autodeterminarse, para pertenecer o no al Estado británico, libremente y voluntariamente.

    Siguiendo con la metáfora de los hobbits; en su viaje a Occidente creo que los hobbits no van a encontrarse con la mayoría de los Orcos (que ahora están en las casernas militares), pero los hobbits sí van a encontrarse un muro muy alto en Mordor con el Tribunal Constitucional o en el Congreso de los Diputados (será previsiblemente en Marzo). La mayoría de los de Gondor de Occidente están escondidos o preparan la “batalla” para las elecciones europeas de Mayo, como es el caso de Pablo Iglesias; ellos sí podrían ayudarles.

    Ojalá haya paz en toda la Tierra Media, a partir del respeto a todos y a todas las “comarcas”, y que ni Sauron ni los Orcos salgan en verano ni en otoño, ya que si salen no solo el país de los hobbits quedaría afectado, también en: Gondor, Rivendel,… Aunque, por desgracia, parcialment, la actitud de los Orcos ya está también en otros sitios, también en Catalunya, en cada Gollum dormido, o presente en cada recorte de libertades y de derechos sociales.

    #1767
    Nicolas
    Participante

    Hola a todos y todas,a continuación os paso algunas reflexiones realizadas justo después de venir de Oseira y escritas durante las navidades. Un abrazo.

    Sobre el problema de España con Catalunya,

    Parece que el problema de España con Catalunya (no el problema catalán) es un tema que nos incomoda a todos; por eso los compañeros/as que viven fuera de Catalunya, salvo algunas excepciones, han mantenido silencio en relación a este tema de debate en ADCA. Ni que decir tiene, que cada uno es dueño de sus palabras y de sus silencios, sobre todo si discrepa, no se considera suficientemente enterado o cree que no vale la pena discutir. Pero los que vivimos en Catalunya, sentimos la necesidad de contrarrestar la imagen que se viene difundiendo en España y aspiramos por lo menos a ser correctamente interpretados por el resto de compañeros; por eso dedicamos tantos esfuerzos a ser entendidos.
    Con esa intención creo que nuestra compañera Isabel colgó en ADCA un video muy sencillo e ilustrativo, que también ha recibido el citado silencio por respuesta. Así que, con el mismo propósito, desde que volvimos de Oseira, llevo dándole vueltas a la posibilidad de abordar este tema desde la perspectiva del Trabajo.
    El hecho es que esta situación es cada vez más relevante para nuestro yo experiencia y, al igual que cualquier otra que nos presenta la existencia, constituye una oportunidad de actualizar el Potencial que somos, tanto a nivel personal como colectivo; porque, cuando estamos despiertos, no podemos ignorar que vivimos en sociedad y que nuestra personalidad tiene un componente colectivo. Y nos sentimos orgullosos de estar experimentando de nuevo el latido del pueblo y la ilusión por el futuro que ya vivimos en las postrimerías del franquismo y la lucha por la democracia. Sentimos que hemos despertado de nuevo de la parálisis y el victimismo en el que solemos caer después de cada derrota, desde la ocupación de Felipe V hasta la entrada de las tropas franquistas; y celebramos que el ser de nuestro pueblo siga presente, en el fondo de nuestra conciencia. Queremos compartir con vosotros esta experiencia y comunicaros esta vibración, de manera que la podáis ver como algo valioso y deseable para vuestros propios pueblos; como algo poderoso que está muy por encima de cuestiones administrativas o componendas legales.
    Aquí no hay nada de retrógrado o trasnochado, todo lo contrario: la inteligencia que somos está diseñando un nuevo paradigma del siglo XXI que se basa en la defensa pacífica, pero radical, de los valores democráticos, en la superación de los totalitarismos y la negociación, el dialogo, la tolerancia y la convicción de que hablando podemos vivir unos al lado de los otros, compartiendo muchas cosas sin tener que renunciar cada uno a su propia independencia. Los catalanes estamos en condiciones de hablar de valores democráticos radicales y pacíficos porque el impulso actual surge del pueblo, de tal manera que los partidos políticos no han tenido más remedio que subirse al carro. No es el Presidente Mas el que lleva la iniciativa sino la sociedad civil, aunque la Generalitat está cumpliendo la obligación que tiene de organizarla, darle forma y preparar el país para asumir las competencias de un estado.

    También el amor que somos está construyendo una nueva relación basada en la libertad de decidir (la famosa consulta). Este amor rechaza la imposición de una uniformidad que nos empobrece a todos y también las amenazas de excluirnos de la UE, de la ONU, del euro y de todas las instancias internacionales. Queremos poder unirnos con libertad a los pueblos de España y aportar nuestra voz, con el habla que nos es propia, a los pueblos de Europa y del mundo. Queremos amar directamente, con nuestra lengua, nuestro derecho, nuestro arte y nuestros valores. Es preciso que asumamos este compromiso porque algunos pretenden hacerlos desaparecer del mapa y empobrecer la humanidad de una forma tan gratuita como irresponsable. No creemos que España tenga necesidad de obrar de esta manera, pero el hecho es que hay una clase política que se lo ha propuesto. Si se van a oponer a que ingresemos en la UE como estado independiente, motivo de más para romper con ellos; ya recompondremos desde la libertad nuestra relación con los pueblos de España y del mundo.
    Y en cuanto a nuestra capacidad de hacer no la ha podido parar ni la crisis; no estamos esperando pasivamente que nos arreglen el desaguisado los mismos que lo han provocado. Durante esta última década, especialmente en los últimos cuatro años, en más de seiscientos pueblos y capitales de Catalunya, se ha movilizado gente, organizado debates, y realizado referéndums a nivel local; inválidos legalmente pero con votantes, urnas y papeletas de verdad. Más de un millón de personas hemos participado en esas votaciones que, aparentemente, no servían para nada. Por eso hemos podido cubrir el territorio de norte a sur con una cadena humana; dándonos las manos en unos tiempos en los que nadie da nada si no es cambio de algo.
    Esto es lo que nos gustaría transmitir: esta ilusión por un proyecto colectivo que sólo pretende que se le reconozca como el pueblo que es y siempre ha sido. A esta realidad no se le puede contestar que la ley no lo permite. Si la ley no permite algo así, está claro que es preciso modificarla; porque la ley se ha hecho para los pueblos y no los pueblos para la ley.
    A título de ejemplo de lo que os digo añado estos tres enlaces de 3 minutos, para que podáis hacer un pequeño ejercicio de aproximación al sentir de un pueblo pacífico, luchador y esperanzado que está actualizando su Potencial. Son tres videos, en el primero la manifestación del 11 de septiembre, de punta a punta de Catalunya, 470 Km y un millón y medio de personas dándose las manos; el segundo su preparación y el tercero imágenes de catalanes en el extranjero celebrando lo mismo. Creo que si lo visionáis podréis percibir la actualización de esos tres centros.
    http://www.youtube.com/watch?v=wnv9yybNoOg
    http://www.youtube.com/watch?v=_vsZ5UfwGqE

    Esta es la realidad en nuestra tierra, una realidad esencial que sobrevive a los intentos de anularla en aras a la ficción de la España una, grande y libre. También Euskal Herria se ha resistido. En cambio Andalucía, recordad que soy andaluz, pasó de ser uno de los centros más importantes del mundo a convertirse en una de las regiones más pobres de Europa. Este es el resultado de la entrega forzosa a la causa española.
    En mi opinión, la situación de facto que se ha generado en torno a Catalunya puede ser beneficiosa para todos porque sacudirá nuestras conciencias y nos dará la oportunidad de actualizar nuestro potencial revisando y transformando todo aquello que no acaba de funcionar.
    Gracias por vuestra atención y, si lo veis posible, por vuestras opiniones.

    #1768
    Jaume
    Participante

    Hola, Nico y demás. Grácias por este magnifico aporte. Expongo mi punto de vista sobre este asunto. Yo he nacido en Catalunya, y mi sentimiento es Catalán como el de cualquier persona que nace en un sitio. Ahora mi madre es Asturiana, tierra que me fascina y ahunque en la distáncia, me siento muy unido a los prados, Oviedo, covadonga,… Ellos vivieron el alzamiento Franquista muy mal, Asturias no se amilano y lucho contra estas tropas con lo que el conflicto llevó, muerte,hambre… Mi padre es de un pueblo de Catalunya cerca del Ebro donde vivieron una dura batalla contra las tropas franquistas,alguno de mis antepasados cercanos murieron y otros grácias a Dios se salvaron, entre ellos mi abuelo.
    Lo cierto es que a parte de esto nadie en mi formación academica de EGB y FP2 me ha explicado lo que pasó. Y si lo hicieron pasaron tan por encima que no lo recuerdo. De mayor me he interesado un poco y he mirado algún documental.
    Esta es mi história hasta el momento. Bien, púes concretando la qüestión en particular, mi preferéncia seria un estado federal con competéncias absolutas en cada estado para decidir educación, legislación, economia,… Y porqué, por que pienso que es un modo de continuar manteniendo unas relaciones entre estados, como hermanos, de igual a igual, y que cada uno se desarrolle a su ritmo. El problema a la viabilidad de este proyecto común de Estado,es que los poderes políticos y económicos Españoles actuales, parecen ser de la antigua escuela de «aprieta y así sabran quien manda». Claro, esto les sirvió una vez, y desgraciadamente quieren mantenerse teniendo la paella por el mango. Con lo qual, sintiendolo mucho, y lo digo de verás, si me dejan votar, me veré inclinado a votar independéncia.

    Un abrazo,
    Jaume

    #1771
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    ENCUESTA SOBRE LA INDEPENDENCIA

    La cadena de Televisión TV8, que emite en catalán y pertenece al grupo de comunicación que edita el periódico La Vanguardia, ha realizado una encuesta utilizando las dos preguntas planteadas para la consulta que quiere hacer la Generalitat en noviembre y la cual se opone el gobierno de Madrid y los partidos mayoritarios PP y PSOE. La doble pregunta es:

    1.- ¿Desea que Catalunya tenga un estado propio? Si /No
    2.- Si en la 1ª pregunta ha votado Sí, ¿desea que este estado sea independiente? : Si/No

    La muestra ha sido de 1600 personas y se estima un error del 2,5 % en más o en menos.
    El resultado global es el siguiente:
    Desean que Catalunya tenga un estado propio: SI 48,1 %, NO 24,4 %, No sabe 27,5 %
    Desean que este estado sea independiente: SI 40,7%, NO 28,2 %, No sabe 31,0 %

    Atendiendo a las dos preguntas, ha votado: SI-SI el 40,7 %
    SI-NO el 3,8 %
    SI-No sabe el 3,5 %
    NO el 24,5 %
    No sabe el 27,5 %

    Primera conclusión: sólo uno de cada cuatro catalanes está dispuesto a que las cosas continúen como están. Pero tampoco hay suficiente fuerza como para imponer la independencia. Todo depende del grupo de los indecisos, que son uno de cada tres. Por lo tanto lo que suceda en los próximos meses será clave para inclinar la balanza entre los que desean mantenerse en España y lo que quieren la independencia.

    Es interesante contemplar las respuestas por edades:

    Estado propio: De 18 a 29 años: SI 52,1 % NO 18,0 % NS 29,9 %
    De 30 a 44 años: SI 49,2% NO 25,1% NS 25,6 %
    De 45 a 59 años: SI 49,4 % NO 28,2 % NS 22,4 %
    De 60 o más : SI 43,6 % NO 24,0 % NS 32,4 %

    Independencia: De 18 a 29 años: SI 42,6 % NO 24,5 % NS 32,9 %
    De 30 a 44 años: SI 41,5% NO 29,0 % NS 29,5 %
    De 45 a 59 años: SI 42,7 % NO 31,2 % NS 26,1 %
    De 60 o más : SI 37,2 % NO 26,9 % NS 35,8 %

    Conclusión: la edad no influye prácticamente, aunque los más mayores están más indecisos.

    Si observamos por nivel de estudios:

    Estado propio: Nivel Bajo: SI 38,7 % NO 25,9 % NS 35,5 %
    Nivel Medio: SI 49,3 % NO 25,2 % NS 25,5 %
    Nivel Alto: SI 56,3 % NO 22,2 % NS 21,5 %

    Independencia: Nivel Bajo: SI 32,3 % NO 28,1 % NS 39,6 %
    Nivel Medio: SI 41,6 % NO 30,2% NS 28,1 %
    Nivel Alto: SI 48,6 % NO 25,9 % NS 25,4 %

    Aquí está claro que el independentismo crece con el nivel cultural.

    Pero ahora viene lo interesante; observemos que pasa en función de la lengua que la gente habla habitualmente, aunque todos dominen ambas lenguas:

    Estado propio: Catalanoparlantes: SI 74,2 % NO 6,2 % NS 19,6 %
    Castellanoparlantes: SI 22,8 % NO 42,5 % NS 34,7 %

    Independencia: Catalanoparlantes: SI 68,0 % NO 8,4 % NS 23,6 %
    Castellanoparlantes: SI 14,5 % NO 48,2 % NS 37,3 %

    Ahora podéis entender a obsesión del Gobierno de España por sabotear la enseñanza del catalán.

    También es muy interesante observar las respuestas en función del lugar de residencia. Aquí distinguimos entre BCN (Barcelona Ciudad) AMB (Área Metropolitana de Barcelona, primer cinturón: Hospitalet, Santa Coloma, Badalona, Cerdanyola, Ripollet) RMB (Área Metropolitana de Barcelona, segundo cinturón: Sabadell, Terrassa, Granollers) y Resto Catalunya:

    Estado propio: Barcelona: SI 49,1 % NO 26,8 % NS 24,1 %
    AMB: SI 37,1 % NO 31,9 % NS 31,0 %
    RAM: SI 47,6 % NO 24,4 % NS 28,0 %
    Resto Cat.: SI 55,2 % NO 17,8 % NS 27,0 %

    Independencia: Barcelona: SI 41,2 % NO 31,7 % NS 27,1 %
    AMB: SI 26,4 % NO 38,8 % NS 34,8 %
    RAM: SI 41,3 % NO 26,6 % NS 32,1 %
    Resto Cat.: SI 49,7 % NO 19,9 % NS 30,4 %

    El no del área metropolitana explica la política del PSC-PSOE en Cataluña; porque es en esta zona de mayoría castellanoparlante donde tienen sus votantes. Y también destaca aquí la división que existe entre Barcelona y su entorno y la Catalunya rural. Esta es la división que Aznar pretende instigar entre la Cataluña industrial y la rural y entre los que en su casa hablan castellano y los que hablan catalán.

    #1818
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Transcribo una historieta, sin viñetas claro. Representa un matrimonio discutiendo: el marido simboliza el Estado español y la mujer Cataluña:
    Cataluña: Tú sabes que lo he intentado de todas las maneras posibles, Mariano Alfredo, pero ya no puedo más. Esta situación no hay quien la aguante. Quiero el divorcio.
    Estado: Ni hablar, el divorcio está prohibido. Seguiremos juntos, tanto si te gusta como si no. Además, yo te quiero mucho, ya lo sabes.
    Cataluña: Si me quieres tanto, ¿por qué me maltratas?
    Estado: Es mi manera de quererte.
    Cataluña: Pues a mí no me gusta tu manera de quererme.
    Estado: Pues no tengo otra, amor mío, te tendrás que aguantar.
    Cataluña: Además, no estoy enamorada de ti.
    Estado: Ni yo de ti, pero esto no tiene nada que ver con el matrimonio.
    Cataluña: Basta, no quiero discutir más. Me voy Mariano Alfredo
    Estado: ¡Tú no te mueves de aquí, mala pécora!

    #1821
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Transcribo a continuación el manifiesto fundacional de una asociación catalana que se ha constituido recientemente: Societat Civil Catalana y que está en contra de la independencia:

    A todos los catalanes y catalanas:

    El éxito o el fracaso de una sociedad depende, en última instancia, de su gente. El liderazgo de Cataluña en España,así como nuestra idiosincrasia, responden a una realidad histórica y social incuestionable. Los catalanes hemos
    progresado junto al resto de españoles gracias a la unión de esfuerzos, el diálogo, la democracia y el respeto a la pluralidad.Por eso, no queremos quedarnos pasivos ante el intento secesionista de desarraigarnos del resto de españoles rompiendo los vínculos profundísimos que nos unen; o que nos aparten de este proyecto ilusionante que es Europa. Esta pretensión no sólo implicaría enormes costes económicos que irían contra el bienestar de todos los catalanes
    sino, también, emocionales y afectivos, produciendo una fractura en la sociedad catalana cuya esencia es y ha sido siempre integradora.

    Presente y futuro de Cataluña

    Reivindicamos la Cataluña democrática, basada en el respeto al Estado de derecho, que valora la libertad individual y la convivencia. Defendemos también una España que haga radicalmente suyas todas las lenguas y culturas; una España
    que haga bandera de su unión en la diversidad. Queremos una sociedad abierta, defensora y amante de la concordia,capaz de competir ante los retos de un mundo global y que evite las confrontaciones estériles. Queremos la Cataluña que siente sus lenguas catalana, castellana y aranesa como una realidad propia e inalienable, y que trata a cada una de ellas con pleno respeto y consideración, en todos los ámbitos, también naturalmente en la enseñanza. Nuestra tierra tiene que continuar siendo bastión de la creatividad y de la riqueza cultural que ha contribuido al enriquecimiento de la cultura española y universal. Aspiramos a que Cataluña vuelva a ser un punto de atracción intelectual y económica, un hogar donde se respire una atmósfera dinámica, emprendedora y cosmopolita.

    Ni la queremos, ni nos conviene

    Los catalanes que nos sentimos libres de espíritu proclamamos que Cataluña no está “oprimida”. No hay ningún argumento político, económico o afectivo que justifique los enormes costes sociales del “proceso” independentista.
    ¡La independencia ni la queremos, ni nos conviene! ¡Los catalanes no queremos sentirnos extranjeros en nuestra tierra! No olvidemos que el populismo ha escrito las páginas más trágicas de la historia reciente. Ante esta grave situación, la sociedad civil catalana tiene que despertar y tiene que hacerse oír. En el siglo XXI tenemos que ser capaces de resolver los problemas mediante el diálogo, sumando en lugar de restando. La sociedad civil catalana tiene que demostrar al resto de España y de Europa que somos respetuosos con la ley, dialogantes y solidarios, en correspondencia con nuestro talante.

    Ha llegado la hora de la sociedad civil catalana. Los abajo firmantes, catalanas y catalanes de orígenes personales y profesionales diversos, de variadas ideologías y con sentimientos identitarios plurales, nos comprometemos a trabajar por una Cataluña que lidere una España moderna y europea; una Cataluña orgullosa de su historia y de sus tradiciones, de su riqueza cultural y lingüística,modelo de convivencia plural.Por todo ello, llamamos a los catalanes a movilizarse por una Cataluña abierta en una España de todos.

    #1867
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Hace tiempo que no escribo sobre el “problema catalán” porque no había nada nuevo que decir. Pero la semana pasada sucedió algo muy importante: dos millones trescientas mil personas decidieron desobedecer la prohibición de votar. Y no eran radicales, era gente normal, familias enteras, desde los abuelos a los nietos, fueron a votar con una sensación de libertad inaudita.
    Los votos a favor de la independencia no serían suficientes en un referéndum legal al que acudiera el censo electoral al completo, pero el gobierno y el PP ya se encargan de ir incrementando el número de independentistas, es cuestión de tiempo. No es de eso que quiero hablar aquí, sino del fenómeno que representa el hecho de que un número tan grande de personas hayan decidido desobedecer la ley.
    Porque en el momento en que la gente hace caso omiso de la ley, la ley deja de ser ley para aparecer como lo que realmente es: una arbitrariedad. En la constitución española no hay nada que imposibilite que los catalanes, o los canarios, hagan un referéndum; simplemente exige que el gobierno lo autorice. Y para hacer una consulta, ni tan solo es necesaria esta autorización; pero por desgracia hay un partido con mayoría absoluta en el parlamento que ha confundido su voluntad con la ley; y esta es la respuesta de un sector consciente de la población catalana.
    Personalmente yo preferiría que la secesión no se llegara a producir, pero me siento orgulloso de pertenecer a un pueblo con un porcentaje tan alto de personas dispuestas a plantar cara al atropello. Y además, el hecho de prescindir de la ley ha permitido mejorarla porque se ha llamado a votar a los mayores de 16 años y a los inmigrantes. Ha sido una gozada ver votar a los subsaharianos y a las mujeres marroquíes vestidas con el hiyab; seguramente que esto les ha borrado el recuerdo de haber sido tachados de ilegales.
    Lo que ha ocurrido en Cataluña, a cuenta del problema catalán, es una muestra de algo que sucederá cada vez más en otros ámbitos y en relación a otras cuestiones: la gente se va rebelar, de una forma masiva, contra la injusticia y la arbitrariedad presentados en forma de ley que han decidido unos gobernantes al servicio de intereses que nada tienen que ver con los de la población. Siguiendo la política que impone la Unión Europea, estamos desmontando hospitales y escuelas para pagar los intereses de la deuda pública, mientras que el presidente de la Comisión Europea ha negociado con 370 multinacionales para que prácticamente no paguen impuestos.
    Y resulta que lo ha hecho de manera legal. Bueno pues si la legalidad va por aquí, el pueblo consciente deberá decidir su propio camino.

    #1876
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    De momento no nos van a mandar el ejército, pero mirad las previsiones que hace un catedrático de la Complutense en El País:

    Uno de los autores más representativos del realismo jurídico escandinavo, el danés Alf Ross, publicó en 1952 una obra titulada ¿Por qué democracia? (Madrid, 1989) donde definía la democracia política, que conlleva un sentido jurídico, como una forma de gobierno en donde triunfa la idea de la mayoría frente a aquellas formas de gobierno donde se recurre a la violencia y triunfa el más fuerte. Esta contraposición explica que el jurista danés se planteara el problema del empleo de la fuerza en democracia. Señalando que el valor democrático más importante consiste en la discusión pacífica en lugar de la fuerza, Ross afirmaba que, a diferencia de la autocracia, la democracia sólo recurre a la fuerza para defenderse de ataques violentos. Otro gran filósofo de la política, el estadounidense John Rawls, publicó en 1971 su obra más conocida, Teoría de la justicia (México, D. F., 1979), donde reflexionaba sobre la tolerancia hacia los intolerantes. Después de plantearse si la justicia permite tratar con tolerancia al intolerante, Rawls llegaba a la conclusión de que los hombres pueden ponerse de acuerdo en el principio de igual libertad para todos. Pero, añadía, es posible que la libertad del intolerante se tenga que limitar para preservar la libertad bajo una Constitución justa.

    Estas reflexiones de dos grandes pensadores del siglo XX ayudan a situar los problemas jurídicos que pueden surgir si el Parlamento de Cataluña declarara la independencia de esta comunidad. Quizá pueda parecer alarmista o precipitada esta reflexión pero tras su conferencia del 25 de noviembre Mas, como escribía Vidal-Folch en este diario, ha atravesado el Rubicón. Ya sólo piensa en unas elecciones no partidistas en las que si triunfa, su Gobierno comunicaría al español y a la Unión Europea la intención de constituir un Estado independiente y prepararía “estructuras de Estado” para celebrar después elecciones constituyentes proclamando la independencia. Todo ello conforme al documento El proceso constituyente elaborado por el Consejo Asesor para la Transición Nacional donde se explica cómo constituir un Estado independiente en un escenario de no colaboración con el Estado español, mediante una declaración del Parlamento autonómico.

    La conferencia revela que Mas “va en serio” a pesar de que su independentismo sólo es apoyado, en el mejor de los casos, por un tercio de los electores catalanes. Habrá que esperar a ver los resultados de las candidaturas apartidistas pero los independentistas están mejor organizados y más motivados que los no independentistas y el primer partido no independentista del actual Parlamento, el PSC, no puede, con su doble lenguaje, constituir un referente rotundo frente a Mas. En todo caso, la posibilidad de un triunfo electoral de las candidaturas independentistas está ahí y hay que afrontarla. Es posible incluso que, con la astucia que pregona Mas, ni siquiera haya una declaración parlamentaria de independencia para que no pueda recurrirse ante el Tribunal Constitucional.

    Mas “va en serio” a pesar de que su plan sólo es apoyado por un tercio
    de los electores catalanes
    Antes de avanzar conviene decir que el Estado está legitimado para actuar ante acciones más o menos formalizadas que comportan de facto la declaración de independencia de una comunidad autónoma. Desde un punto de vista filosófico, como decía Ross, si la democracia puede recurrir a la fuerza para defenderse de ataques, a fortiori podrá dictar normas y aplicar actos jurídicos que ni siquiera conllevan violencia física para impedir que se consoliden las “estructuras de Estado”. Y desde el punto de vista del Derecho positivo, la Constitución ha previsto mecanismos para hacer frente a situaciones excepcionales (artículos 117 y 155), además de las previsiones del Código Penal.

    ¿Qué hacer el día de la declaración de independencia o el día en que, sin esa declaración, el Gobierno catalán se dirija al Gobierno de la Nación y a los órganos comunitarios expresando su intención de constituir el nuevo Estado? La declaración parlamentaria de independencia es un acto jurídico que, por sí solo, posee una densidad jurídica limitada y bastará con su impugnación ante el Tribunal Constitucional para suspenderla. Pero, con declaración parlamentaria o con una mera comunicación, Mas intentará crear estructuras de Estado, y es ahí donde se debe intervenir.

    Habrá quien piense que son las Fuerzas Armadas las que deben intervenir. Hasta hace pocas semanas, parecía que esa opción era impensable, dada la conciencia democrática y la apoliticidad de las actuales Fuerzas Armadas. Pero las palabras de ciertos generales obligan a ponerse en guardia. Los Gobiernos conservadores, a diferencia de los Gobiernos socialistas, simpatizan con un cierto nivel de autonomía de las Fuerzas Armadas y en ese caldo de cultivo pueden surgir ideas y debates sobre una eventual intervención militar en una Cataluña declarada independiente. Mejor olvidarlo. En primer lugar, porque una intervención militar provocaría muy posiblemente una reacción violenta, por minoritaria que fuese. En segundo lugar, porque la historia demuestra que cuando un Estado se pone bajo de la protección de los ejércitos, es difícil liberarse de esa tutela.

    Pero excluir rotundamente una intervención militar no quiere decir que el Estado democrático se cruce de brazos. Como dice el documento El proceso constituyente, la declaración de independencia ha de ir acompañada de la “desconexión del sistema institucional y jurídico español”. Ahí, sin acuerdo con el Estado, ya tendríamos un delito de rebelión si no le faltara el requisito de la violencia (artículo 472.5º del Código Penal), pero el hecho de que no encaje en el tipo penal no significa que el Estado deba contemplar pasivamente la situación.

    Las Fuerzas de Seguridad de la comunidad no pueden ser utilizadas como fuerza premilitar
    Si el Gobierno catalán actúa, habrá que impedir que organice esas estructuras estatales que tanto gustan a los independentistas. Las Fuerzas de Seguridad de la comunidad autónoma no pueden ser utilizadas como fuerza premilitar y habrá que ponerlas bajo la dependencia del Delegado del Gobierno. La Hacienda autonómica no debe financiar la Administración rebelde. Igualmente, las entidades locales no deben ser la red periférica del proto-Estado. Además, entre las competencias atribuidas a Cataluña por su Estatuto de Autonomía, encontramos algunas (cajas de ahorro, protección civil, infraestructuras de transporte y comunicaciones, mercados de valores, sistema penitenciario, etcétera) que pueden consolidar el nuevo Estado. El Gobierno tiene instrumentos constitucionales para reaccionar respetando la autonomía catalana pues los ciudadanos catalanes no deben ser castigados por las aventuras desestabilizadoras de una minoría intolerante. Tales instrumentos son la legislación propia del Estado en materia de Fuerzas de Seguridad, Hacienda y régimen local más los artículos 150.3 y 155 de la Constitución.

    El artículo 150.3 prevé que el Estado podrá dictar leyes de armonización de la normativa autonómica cuando lo exija el interés general. Es un precepto que sólo se aplicó una vez, con la LOAPA de 1982, declarada inconstitucional por la sentencia 76/1983, de 5 de agosto. Desde entonces la jurisprudencia y la doctrina han sido escasas. Como son leyes excepcionales, aparece la duda de si podrían dictarse para una sola comunidad autónoma. A mi juicio, si la ley definiera el interés general de hacer frente a la independencia de una comunidad autónoma, sólo se aplicaría en el ámbito espacial donde se dé ese supuesto de hecho. La segunda posibilidad es el artículo 155. Es un precepto inaplicado que permite al Gobierno, previa aprobación del Senado, adoptar las medidas necesarias cuando una comunidad autónoma incumpla sus obligaciones. Tiene una ventaja sobre las leyes armonizadoras: que con un solo acto jurídico se podrían adoptar todas las medidas necesarias. Finalmente, no vendría mal replantearse el artículo 472.5º del Código Penal, pues el desafío de Mas nos muestra que se puede intentar declarar la independencia en parte del territorio nacional sin alzarse violentamente.

    Todo esto no impide negociar con Mas y con el PSOE para llegar a una reforma constitucional y estatutaria que frene el independentismo minoritario. Pero ya dijo Maquiavelo que Moisés, Ciro, Teseo y Rómulo no habrían podido hacer guardar mucho tiempo sus constituciones si hubiesen estado desarmados, como lo estaba Savanarola (El Príncipe, VI). Con el derecho la democracia se arma ante los Savanarolas.

    Javier García Fernández es catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid.

    #1933
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Artículo aparecido en Eldiario.es

    El dial de la radio es agotador, emisora tras emisora, lo mismo: cada día la ración de yogur griego sin azúcar, una lección del desastre a que conduce el pretender tener dignidad, y a continuación sacan el cañón de los denuestos y, ya directamente, los insultos contra catalanes.

    La secuencia de canales de televisión es similar, supuestas informaciones con imágenes de políticos catalanes o, ya directamente, ciudadanos y ciudadanas de ese país y sobre ellas las voces de los redactores opinando. También ofrecen un espectáculo verdaderamente asombroso, tertulias de varios opinadores donde no hay una sola persona catalana o, caso de haberla, contraria al asunto del que se está hablando, el proceso soberanista catalán. Lo más ecuánime y considerado que llevo oído estas semanas es una tertulia radiofónica en la que discutían sus opiniones cinco políticos, cuatro en contra, PP, PSOE, Podemos e IU, y uno a favor, Convergència. ¿A que no saben quién ganó?

    Sobra decir que todos esos medios de comunicación y sus periodistas y opinadores no emiten desde Barcelona, por ejemplo, sino desde Madrid. Puede que eso sea una explicación para tal desequilibrio y tal nivel de intoxicación, que irá subiendo y subiendo y subiendo conforme avanzan las semanas. El nivel ya apunta desde hace tiempo, el secretario general del PSOE, antes, y el portavoz del PP, ahora, ya llamaron «insensato» al presidente de los catalanes.

    En la política española lo normal es que los políticos desde primera hora de la mañana ya se desahoguen como parroquianos de madrugada en el bar. Pero acabo de oír al ministro del Interior decir que a él le daban «asco» esos millones de personas que estaban «haciendo el indio». Por si no tuvieron ocasión de conocerlo, les aviso que cuando los franquistas expresan odio, y más si mandan en la policía y la Guardia Civil, no es broma.

    No soy catalán, soy gallego y lo llevo con un orgullo razonable, tampoco vivo allí ni nunca deseé en sí misma la independencia de Catalunya, me habría gustado y me gustaría encontrar formas de compartir soberanía y cuando pude intenté ayudar a levantar puentes, pero hace tiempo que, si fuese catalán, no dudaría en coger puerta. Nadie que tenga un mínimo de dignidad desearía vivir en un país que te detesta de ese modo, vivir recibiendo odio es insoportable.

    Odio de todas las maneras, del modo brutal de los franquistas declarados y de los españolistas y centralistas sofisticados, el odio se alimenta de muchas maneras.

    Hace unas semanas un grupo de economistas gallegos hicieron público un informe con el cálculo de lo que perdería Galicia si Catalunya se independizase, más o menos el equivalente al coste de la educación. La prensa gallega se hizo eco de esa pérdida, de modo que sus lectores y espectadores pudieron saber lo que los catalanes pretenden «quitarnos», la educación de nuestros hijos e hijas. No fuimos informados nunca antes de lo que los catalanes nos estaban aportando, de lo que nos estaban transfiriendo, financiando, sino que pervirtiendo un hecho, a quienes nos están dando, en vez de agradecérselo, los culpamos de nuestros males.

    Ese punto de vista tiene una doble perspectiva, en el caso gallego creo que lo que corresponde es localizar las causas de que un país con recursos naturales enormes, estratégicamente situado en las rutas atlánticas, con una lengua, el gallego-portugués, que se extiende por cuatro continentes no pare de exportar a sus hijos e hijas, de perder población y recursos económicos de todo tipo desde hace más de cien años. Con la perspectiva gallega esos economistas podrían calcular los costes de la dependencia, sin embargo aportan su grano de arena al retrato de unos catalanes que nos quieren quitar lo nuestro. En conjunto, una argumentación económica del centralismo impecable. Cálculos y argumentaciones semejantes sé que se hicieron y se harán en otras comunidades autónomas, y servirán como leña para una pira simbólica al independentismo catalán y, digámoslo claramente, a la xenofobia hacia la sociedad catalana en conjuntol. Nadie dirá «gracias», dirán «son culpables de traición».

    No es extraño que una parte importantísima de la población catalana, probablemente no la mayoría, no desee formar parte de lo que la Constitución llama «el pueblo español». Sin duda es mérito de los nacionalistas catalanes pero sería imposible sin el enorme mérito de los nacionalistas españoles de todo tipo. Como esos millones de catalanes, la parte de la sociedad movilizada, organizada y con más aliento cívico no van a desistir, seguirán y seguirán, y como los partidos españoles solo les ofrecen la vía de sus tribunales solo cabe una salida: meterlos presos.

    Que el Gobierno denuncie a los millones de personas que votaron en ese referéndum que vituperan los políticos y medios de comunicación españoles, esas personas constan con sus nombres, domicilios y número de DNI. Que los tribunales españoles los juzguen y los condenen por sedición, que el Tribunal Constitucional rubrique esos procesos, no habrá problema, y que el ministro del Interior los saque de sus casas de madrugada y se los lleve. Naturalmente habrá que crear campos de concentración, el Gobierno israelí podrá ayudar con la logística para construirlos. Los niños y niñas puede que aún sean recuperables, a los hijos de esa gente habrá que aplicarles el plan de españolizar niños catalanes del exministro Wert. Habrá que intentarlo, aunque ya se sabe que la mala simiente… Tal como están planteadas las cosas, no cabe otra solución.

    Puede que tenga una consecuencia indeseable, la caída del PIB español cuando todas esas empresas y trabajos desaparezcan pero es un precio insignificante ante lo que se perdería, la unidad de España y la honra. Pero más vale honra sin catalanes que catalanes sin honra.

    Así pues, por favor, procedan porque este bombardeo de descalificaciones contra esos malos vecinos ya nos tiene derrotados también a los demás habitantes de este democrático Estado. ¡Aplíquenles la Ley Mordaza , métanlos presos y acaben de una vez!

    #2090
    Jordi Sapés de Lema
    Superadministrador

    Si miraís las dos notas que he puesto en el apartado de la Iglesia Católica encontraréis un resumen de lo que sucede en Cataluña: el clero habla y Rajoy pide al Vaticano que lo haga callar apoyándose en el Código de Derecho Canónico y en los acuerdos del Estado Español con la Santa Sede.

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