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- 28 de septiembre de 2017 a las 11:30 #2091Imanol Cueto MendoSuperadministrador
Si, desgraciadamente es una muestra más de la estrategia que está llevando a cabo el mal llamado “estado de derecho”, Rajoy y sus secuaces enarbolan con un énfasis inusitado la bandera de la democracia mientas hacen cosas tan rastreras y antidemocráticas como esta. Toda la sociedad catalana incluida la Iglesia está dando todo un ejemplo de cómo reivindicar su derecho a decidir de manera enérgica y al mismo tiempo pacifica, sin caer en las provocaciones de un estado totalitario que está muy por debajo de una realidad social que hace tiempo está llamando a su puerta recibiendo negativas sistemáticas por respuesta. Mi ánimo al pueblo catalán y espero que se mantengan firmes sin caer en las continuas provocaciones del gobierno, porque eso es lo que están esperando que se lie para tener la justificación perfecta a sus actos.
3 de octubre de 2017 a las 00:33 #2093AnónimoInvitadoHace un año y cuatro meses que vivo en Navarra, aunque soy y me siento catalán y al pronunciar dos palabras todo el mundo sabe de inmediato de donde soy.
Esto del sentimiento o de las señas de identidad no es algo que te lo pueda definir otro y en muchos casos creo que tampoco lo eliges tú conscientemente, y mucho menos para fastidiar a alguien. A mí mis padres nunca me han inculcado ningún tipo de idea independentista. Mi padre siempre dice que hay problemas más importantes, y mi madre tampoco ha estado nunca por esta labor. Yo también pienso o pensaba que había problemas más importantes (los inmigrantes que no hemos acogido y nos comprometimos a acoger, el éxodo masivo de talentos, la corrupción urbanística, la ausencia de filosofía en las escuelas…), pero los hechos recientes, inéditos en Europa, parecen más cercanos a un epílogo de la dictadura de Franco que no a una democracia del siglo XXI.
Nací y viví en el barrio de la Verneda de Barcelona. En 1980 cuando yo nací aquél barrio era lo que podríamos denominar un suburbio y había algunos conflictos. Personas de etnia gitana cuya procedencia nunca supe con exactitud, y muchos llegados de otras províncias de España con ideas bastante afines y/o sumisas inconscientemente a la vivencia reciente con la dictadura. Otros llegados de España con más recursos, cultura y educación iban a vivir a otras zonas de Barcelona, a otros barrios más céntricos y más tranquilos, pero en la Verneda era evidente que la cosa en general no daba para más en aquellos momentos. Entre unos y otros había robos (yo padecí decenas), peleas frecuentes, droga…
En aquél entonces, con 5 años yo era el único niño que hablaba catalán en la clase en la que estaba. No entendía muy bien porqué en casa hablaba catalán y se suponía que a nivel global vivía en Catalunya con mis padres y sin embargo en la escuela no sólo nadie hablaba catalán, sino que se burlaban de mi por ello. A medida que fui creciendo vi que en otros barrios se hablaba más catalán, o que hablaban unos catalán y otros castellano pero con más respeto entre las personas.
A los 6 empecé en otra escuela y éramos dos los que éramos o nos sentíamos catalanes (hablábamos catalán y/o con padres nacidos aquí, o uno de ellos). Yo nunca habría ido desarrollando un carácter independiente si no fuera porque de alguna manera siempre captabas que debías ser sumiso en este tema. Y que antes de todo era la identidad que te decían, y la tuya o era un chiste o una anécdota. Esta falta de respeto hacia tu identidad por un lado o por otro no es agradable. Porque uno nunca da por hecho la de los demás ni la impone según su criterio. A otros niveles te acostumbras y no le das importancia. Por ejemplo estando con mis amigos de toda la vida allí, hijos de granaínos, extremeños, aragoneses, o de otros lugares, siempre he cambiado yo de idioma a la hora de hablar con ellos y nunca nos hemos discutido a la brava por el tema regional o identitario. Ellos se sienten catalanes y españoles, y algunos únicamente españoles, y seguimos siendo tan amigos. Seguro que sí algún día Catalunya es independiente van a tener una profunda pérdida porque se sienten españoles y sienten que Catalunya es España. Y me sabrá mal por ellos y por todos los que vayan a padecer esa pérdida. Por mi parte, quizá no habría hecho falta rajar el mapa y dividir, y menos si todos somos Uno, pero sí que siempre he echado en falta que se tuviera en cuenta que era una identidad que no tenía por qué estar sometida a otra. Que se respetara. Igual que con los años y con un trabajo a conciencia se ha dado solo que mucha gente respeta y aprecia mi profesión de artista e incluso me otorga cierta autoridad en este campo.
Lo de ayer saca a relucir que las maneras son las mismas que hace 60 y 80 años. Antes de la represión violenta de ayer, los días anteriores, familiares y otras personas se enviaban whatsapps encriptados sobre las votaciones para no ser interceptados. Se han dado de baja webs… ¿Qué libertad de expresión es esa? Exactamente esto, por lo que sé, era lo que sucedía en la dictadura con los conciertos, y con la letra de los cantautores que debía pasar una censura… Ayer la policía según tengo entendido debería haber mostrado una orden. Luego tampoco tenían justificación para romper mobiliario urbano. Y ya no digamos dar patadas voladoras o incluso agredir sexualmente… delante, como decía un escrito de un mosso que compartí en Facebook, había gente sin armas que solo quería expresar su opinión.
Pero sin duda la vivencia de represión y de falta de respeto ha causado un impacto bestial; es un atentado al ser humano y a la libertad de expresión. Es que causa dolor de verlo. Un dolor innecesario que va a ser difícil de olvidar por el inconsciente colectivo.
Esta división también se vivió y se vive en Madrid y en otras ciudades. Mucha gente desea diálogo y acercamiento y no represión. De hecho, en Madrid también se vivió represión. Curiosamente, la misma abstención que facilita al PP gobernar también ha facilitado, por culpa de ellos en gran medida, un resultado favorable al Sí en el referéndum de ayer. Estoy seguro de que si desde el principio hubieran permitido un referéndum legal mucha gente que no quiere la independencia hubiese ido a votar a favor del NO. De esta manera, ha sido algo furtivo y peligroso y solamente ha votado la gente que sí la quería. Grave error del PP.
Al gobierno le ha faltado mucha inteligencia, por no decir que el amor aparentemente todavía lo tienen por descubrir (al menos los de aquí, inteligentes sí son). Porque prohibirlo todo y finalmente pedirle a alguien que se quede en tu casa a porrazo limpio no sé en qué cabeza cabe. Sólo en la de alguien que quiere someter a la población como ya sucediera en tiempos de Franco. Repito, yo no conocí a Franco, pero para mí es alguien muy familiar y su presencia ha estado en el ambiente durante todos estos años: por ejemplo en el asedio y expulsión al juez Garzón por querer aclarar la memoria histórica, o en las mentiras sobre los atentados de Atocha para ganar las elecciones de 2004, por poner dos ejemplos rápidos bastante recientes y de lo más oscuro. Si pudiéramos escuchar lo que dice esta gente a puerta cerrada, estoy seguro que veríamos que para ellos la democracia es un obstáculo, burocracia añadida a su manera de funcionar. Cierto es que aquí mucha gente tampoco está para nada de acuerdo con Pdcat, Ciu, Junts pel Sí, Cup, Erc… Y aunque probablemente a algunos de sus miembros les gusta más el poder que servir a las personas, en el día a día se negocia más y me cuesta imaginarme que aunque tuvieran el poder para dirigir las operaciones de ayer las llevasen a cabo sin más. Ni que sea por imagen.
Desde los 500 kilómetros que me separan de Catalunya, lo sucedido ayer es una regresión temporal lamentable. Como cuando mis padres decían que no podían hablar catalán ni darse de la mano por la calle, puesto que les zurraban. No puedes ver esto y seguir igual con tus cosas, como si nada pasara. Aunque no he nacido ni he creado raíces en Huelva o en León, me fastidiaría igual si todo esto estuviera pasando allí. Hoy para mí es un día realmente triste, porque queda claro a todas luces que la democracia en España es un chiste. Se supone que la gente ni siquiera puede presentar una propuesta al gobierno central. ¡Ni presentarla!
Hoy, y a tenor de lo que pueda venir, me pregunto qué diferencia hay entre la situación actual de España y lo que pueda estar viviendo cualquier país con una dictadura militar. ¿Hay alguna? Para mí queda claro que a nivel político estamos más cerca de Venezuela o Libia que de Canadá o Escocia. Estos últimos, por cierto, pudieron decidir si se quedaban o salían de Reino Unido. Al final se quedaron, pero el que les permitió decidirlo fue nada menos que el Partido Conservador.
Sinceramente, creo que el respeto por el ser humano es fundamental. ¿Qué se puede hacer si no se quiere reformar la constitución? ¿Si no se quiere dialogar? ¿Si no respetan tu identidad y te ves obligado a ser siempre tú el que se adapta al otro, siendo tu identidad de valor inferior a la del otro, cuando no directamente algo que no tiene valor o no existe para el otro?
Más allá de todos estos frentes abiertos, hago una profunda reverencia (y me emociono al pronunciar estas palabras) a todas aquellas personas que estos días están jugándose el tipo y el cargo por respetar valores humanos que deberían estar por delante de todo: Por los periodistas de tve1 y de otras cadenas que se arriesgan a perder su trabajo denunciando que sienten vergüenza manipulando imágenes en la dirección que les ordenan, por los mossos d’esquadra y su coherencia interna, por los guardias civiles que ayer se negaron a pegar a la gente y les entró ansiedad cuando les dieron la orden, por los manifestantes y por los votantes de toda índole que nos estamos manifestando en todas partes para que la democracia y el respeto al ser humano sea algo un poco más visible en el siglo XXI.
3 de octubre de 2017 a las 03:01 #2094Jordi Sapés de LemaSuperadministradorAntes de pasar revista y comentar lo acontencido globalmente este fin de semana, quiero resaltar que en estas situacions es cuando se pone de manifiesto la dignidad del ser humano. En este caso han habido muchos ejemplos a celebrar pero uno especialmente relevante por su importancia en el colectivo: en Cataluña tenemos una policía democrática, los Mossos d’Esquadra. Después de toda una vida identificando policia con lo que nos han enviado de Madrid estos días, podemos estar orgullosos de tener una policía que defiende el orden público en vez de alterarlo y protege a su pueblo en lugar de reprimirlo.
A veces parece que nuestro Trabajo no incide en la realidad; ya veis que no es así. Felicidades a los que han luchado personalmente para que esto pudiera ser así.
3 de octubre de 2017 a las 22:09 #2095IsabelParticipanteGracias a Jordi, a Imanol y a Miquel por vuestras reflexiones en este apartado, las cuales agradezco y comparto.
También me gustaría participar en el tema, porque me parece que, queramos o no, «El problema Catalán» es ahora «El problema de Todos»
Hoy, 3 de octubre, día de paradas y protesta en toda Cataluña por los actos violentos ocurridos el pasado 1 de octubre, he visto por TV3 en el programa «telenoticias mediodía», que se cubría la noticia de la manifestación de los estudiantes en Barcelona. La locutora ha entrevistado a tres chicos con bandera a la espalda, a modo de capa: Dos de ellos con la bandera española y uno con la independentista. Los de la bandera española, todo y siendo minoría en la manifestación, han explicado que ellos no estaban por la independencia, pero sí por condenar la violencia y permitir la votación del pueblo. Los tres, eso sí, han coincidido en calificar el clima de concordia y respeto mutuo en el que se había desarrollado el acto y han puntualizado que, en él, se habían podido encontrar banderas de diferentes tipos y colores. Al punto he pensado: «¡A ver si aprendemos todos!»
En estos momentos y tal y como se han venido desarrollando los acontecimientos, me parece que la Realidad nos pone en la tesitura de tener que dar respuesta a los hechos ocurridos, con dos opciones:
. O escogemos condenar los incidentes y posicionarnos al lado de las aspiraciones de un colectivo a decidir su futuro. Creo que por mucho que queramos no podemos desvincular las dos cosas porque si condenamos la represión, tenemos que admitir el derecho que tienen a expresarse.
. O bien, reprimirlos
Y esto, seamos independentistas o no, nos gusten unos gobernantes u otros. No nos vale escudar nuestra » no-acción » en el pensamiento de que yo solo lo quería a medias; o bien, en otro momento; o bien en que yo tengo otra vía mucho mejor…. porque la «no-acción » ya es un hecho que, hoy día, potencia la represión.
Creo que esta elección y sus consecuencias va a configurar y definir el modelo de sociedad y convivencia de TODOS. No olvidemos lo que nos recuerda el refranero ….»Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…, pon las tuyas a remojar»
En cuanto al Independentismo, yo no sé qué pasará , pero, sinceramente, cuando veo a tantísima gente que ha salido y sale a la calle a por algo que considera justo; que a las 7 de la mañana del día 1, muchos ya estaban delante de los colegios electorales (personas mayores, de mediana edad, jóvenes con y sin niños..) esperando que abrieran a las 9, (sin contar a los que habían dormido dentro… y los voluntarios que habían trabajado para llevarlo a cabo), me da la impresión de que se está manifestando «algo» que se ha ido gestando y creciendo a lo largo de bastante tiempo y por diferentes razones y que ahora parece estar lo suficientemente maduro como para nacer y expresarse.
Si es así, es decir, si verdaderamente está maduro, empujará por nacer sí o sí, y, o bien lo hace por los canales habituales o por cesárea de urgencia. Y mucho mejor, tanto para el feto como para el cuerpo en el que habita, que se haga con el mejor reconocimiento mutuo.Espero que todos estos acontecimientos nos sirvan para reflexionar y ampliar nuestra Conciencia.
Un fuerte abrazo para todos!!
3 de octubre de 2017 a las 22:58 #2096Jordi CalmParticipanteAdjunto artículo que he colgado en Facebook sobre los sucesos que están acontediendo en Cataluña.
EL PROBLEMA CATALÁN DESDE EL PUNTO DE VISTA ESPAÑOL. UNA PROPUESTA DE ACTUACIÓN.
Muchas personas están aprovechando la oportunidad que dan las redes sociales para expresarse respecto al, sin duda, serio conflicto que estos días, unos cuantos ya, y los que vienen, está teniendo lugar en Cataluña. Mi intención con este texto es aportar algo nuevo a todo lo leído, quizá obvio pero que, entiendo, puede ser de utilidad.
Empezaré por decir que soy catalán, y como la mayoría de nosotros, he tenido diversos contactos con personas de otras partes del estado español. En mi caso, además de cumplir el servicio militar en San Fernando, provincia de Cádiz, y convivir durante quince meses, entre guardias e instrucciones, con jóvenes de todo el territorio español, años después, y por motivos profesionales, viajé regularmente por buena parte de la geografía española, de forma que tuve la oportunidad de entablar contacto, y una cierta relación estable, con personas de distintas poblaciones. En todas ellas me encontré con un trato hospitalario, en algún caso correctamente aséptico de entrada, que solía dar paso a una abertura franca en la que, incluso en aquellos casos en los que era evidente una disparidad de criterios políticos, el respeto mutuo siempre actúo como telón de fondo, permitiendo no tan solo tan solo una relación comercial profesional, sino también un trato humano agradable y cordial, el cual aprovecho para agradecer y dar fe de mi intención de corresponder a él si nunca tengo la oportunidad de hacerlo.
A estas personas, para quien alguien venido de Cataluña y que se comportaba de forma respetuosa era digno de respeto, y por extensión al resto de españoles que tienen un mismo parecer, va dirigido este texto, en el que no pretendo exponer ningún punto de vista personal ni presentar una lista de hechos para que se tomen en consideración (que siempre sería incompleta dada la cantidad que se genera día sí y día también), sino que mi intención es, sencillamente, pedir que, sobre un tema tan grave como el que está ocurriendo, se trate de tomar, por favor, una opinión fundamentada al respecto. Porque lo que sí que es evidente es que en Cataluña hay un número muy considerable de personas que desde hace ya bastantes años de forma regular, y en las actuales circunstancias con mayor crudeza, están expresando un anhelo, el cual, y eso sí que lo puedo asegurar, va más allá de ser el fruto de la abducción manipuladora de unos cuantos partidos nacionalistas. Hay una demanda de un trato diferente al actual, que surge de una parte significativa del pueblo catalán más allá de siglas, y que pide ser atendida.
Y esta demanda puede ser interpretada de muchas maneras, desde la constatación de un problema territorial mal resuelto en el 78 a través de una constitución hecha con demasiado ruido de sables de fondo, como dicen unos, o como una aspiración que debería ser sublimada por un sentido de pertenencia sin fisuras a un estado español como casa común, como dicen otros. Puede entenderse como algo que está siendo utilizado de forma perversa por parte de un partido catalán burgués que, con diferentes nombres pero el mismo fondo, trata de perpetuarse ocultando su decadencia y sus escándalos, o puede ser consecuencia flagrante de una manera de hacer política centralista, y corrupta, desde Madrid. En cualquier caso, y he expuesto solo cuatro sinópsis de un muy amplio abanico de teorías que estos días se están barajando en los medios de comunicación, esta demanda está ahí, y está ocupando desde hace meses la atención informativa a nivel nacional, y ahora también allende fronteras, generando acontecimientos tan extraños, por decirlo de alguna manera, como guardias civiles cantando fandangos para que les dejen dormir, presidentes que, cual película de espías, cambian de coche en un túnel para despistar a sus perseguidores, o personas a quienes les rompieron los dedos uno por uno el domingo día 1, por dar fe de algunos de los muchos sucesos, “inusuales” que ha sucedido estos días, y que pueden verse en internet.
Ante todo esto, os propongo que toméis una opinión, pero una opinión que sea más el fruto de una investigación que no la confirmación de lo que ya podáis pre-suponer. Os animo a que os nutráis de fuentes diversas, que si usualmente leéis prensa española, aunque sea por estos días echéis un vistazo también a la catalana, o a la europea aquel que tenga facilidad con los idiomas; que si soléis sintonizar informativos de televisión, o radio, de tendencia conservadora, los contrastéis con canales o emisoras más progresistas, y viceversa. O que, si tenéis personas conocidas en Cataluña, o sabéis de alguien que las tenga, tratéis de poneros en contacto con ellas para informaros de cómo están viviendo, in situ, los acontecimientos de estos días, y la situación en general.
Y, en este proceso, que os dotéis de una prudencia que os preserve de tomar nada por verdad absoluta porque no tan solo es que, como podéis suponer, lo que exponga la editorial del ABC poca coincidencia va a tener con lo que se pueda leer en los artículos de La Vanguardia, o de Público, sino que, por poner un ejemplo que se ha producido estos días, un corte de video de 15 segundos emitido en un canal de televisión puede ser refutado por la secuencia entera de este mismo video visto en internet.
Y si fruto de todo este análisis y de esta investigación honesta surge una opinión fundada que os conmina a determinadas actitudes o comportamientos, en el sentido que sea (manifestaciones, cartas al director, futuras votaciones y un muy amplio etc…), no lo aparquéis, porque es algo que está pasando aquí y ahora, y, sobre todo, (y esto es algo de lo que, aunque a algunos os cueste creerlo, ni el más acérrimo de los independentistas reniega), porque estamos demasiado cerca unos de otros, como personas y pueblos, como para ignorarnos.
Muchas gracias.
4 de octubre de 2017 a las 06:34 #2098Jordi Sapés de LemaSuperadministradorIgual necesitamos contemplar lo que está sucediendo en Cataluña y el resto de España desde una perspectiva emocional.
En Cataluña hay mucha gente que en estos momentos se siente viva porque está luchando por una dimensión superior de su personalidad, la dimensión de pueblo. Es una pena que después de tantos años de formar parte de un Estado, ese Estado no hay sido capaz de integrar a los habitantes de varias partes del territorio.
Supongo que este mismo sentimiento de estar vivos lo debían experimentar los que ganaron la guerra civil contra los rojos y los separatistas. En mi caso lo viví en los últimos años del franquismo en mi calidad de rojo, cosa que, en aquel momento, significaba ser partidario de la democracia y la libertad y también luchar contra la explotación del ser humano por el capital.
Cuando se instauró la democracia, a la muerte de Franco, la impresión que tuve fue que no satisfacía en absoluto mis expectativas y por eso seguí buscando hasta encontrar a Blay, que sí las satisfizo. Cuando hablo del trabajo que estoy haciendo en estos últimos años, siempre digo en broma que cuando era joven quería concienciar a las masas y ahora me conformo con concienciar a unos pocos.
El hecho es que este trabajo me ha llevado a relacionarme con mucha gente, algunos de manera íntima y otros de forma circunstancial; con los primeros la amistad y la relación profunda ha pasado por encima de la procedencia geográfica; por el contrario, con los segundos, el hecho de ser catalán ha resaltado por encima de cualquier otra circunstancia y, en general, de forma desagradable, como si yo les diera la oportunidad de volcar su animadversión contra un representante de este pueblo. Bueno, digamos que hemos hablado del único tema que compartíamos, aunque desde posturas encontradas. Seguramente que esto es mejor que una total incomunicación.
Sin embargo, en una ocasión, nos atendió una persona empleada en una institución, por orden de la misma, en un desplazamiento; y durante el viaje descubrimos que su infancia se había desarrollado en unos de los barrios obreros de mi ciudad natal, un barrio periférico de auto-construcción creado por la inmigración, básicamente andaluza. Y tuve que aguantar durante el viaje que volcara sobre mí todo el sentimiento de marginación y desprecio que él había soportado en su infancia.
A pesar de haber militado en el PSUC en mi juventud, por cierto un partido obrero que fue el primero en reclamar la vuelta de la Generalitat , su queja no pudo más que recordarme el desprecio con que se trataba en mi casa a estas personas que llegaban de fuera, la mayoría empujadas por el hambre. Recuerdo que este desprecio siempre lastimó mi conciencia, como tantas otras cosas que percibía a mí alrededor, pero es un hecho que se daba. Así que aguanté el chaparrón estoicamente, asumiendo el papel de víctima propiciatoria para redimir de alguna manera el sufrimiento que había soportado aquel hombre.
De mayor se había desplazado a otra región, así que no se sentía catalán como los que permanecieron en Cataluña y ahora son tan catalanes como los autóctonos. Estos sufrirían inicialmente un trato parecido pero lo interpretaron como un problema de clase social y no de origen territorial.
Pero el hecho me hizo reflexiona y preguntarme si la raíz de este odio que estamos sufriendo como pueblo, convenientemente estimulado por la derecha, se explica por un agravio derivado de la tradicional postura de superioridad del pueblo catalán que ahora estamos pagando. Y la forma que tiene la derecha de utilizarlo es volver a reproducir su victoria contra la nación catalana. Fijaros que, a pesar de ETA, no existe un sentimiento parecido contra los vascos; aunque políticamente a la derecha les iban muy bien como enemigo, porque los sentimientos negativos siempre necesitan un enemigo.
Es una reflexión que os hago aquí, en la parte reservada de ADCA, para contribuir a entender un poco más lo que está sucediendo. Los catalanes nos sentimos maltratados pero los demás se sienten despreciados porque nos queremos marchar. Si los independentistas fueran cuatro gatos la cuestión sería política pero ahora se ha convertido en algo cada vez más emocional. Así que hay que tratar este asunto muy despiertos.
4 de octubre de 2017 a las 14:39 #2099JaviParticipanteDeseo un referéndum vinculante y, en su caso, votaría que sí a la independencia de Catalunya. Los sentimientos no tienen que ser refrendados, son una realidad, así que no los voy a justificar ni con la historia personal de mis padres, que sin saber leer y escribir vinieron a Catalunya y se dejaron la vida trabajando, ni con la mía, argumentando, por ejemplo, que unos compañeros de colegio de origen extremeño y gallego me decían que era feo y tonto, ni empollándome la Wikipedia buscando datos históricos que me avalen…ni de ninguna otra forma. Yo soy y me he desarrollado en una Catalunya diversa, concretamente en la Barcelona del Torete y el Vaquilla, y como iba rezagado en el arte de la sisa, no me quedo más remedio que estudiar un poco.
En el momento que escribo esto, sobrevuela la aplicación del artículo 155 de la Constitución. La escalada no para. Estoy intentando permanecer todo lo despierto que puedo, receptivo. En mi familia están habiendo roces y ayer por la calle presencié agresiones verbales. Me siento manipulado por el Gobierno del Estado y por el Govern de Catalunya, que no dudan en someternos a esta tortura. Me cuesta compartir esa felicidad que muestran algunos por tener una policía ejemplar porque todavía recuerdo los palos que repartieron en las manifestaciones del 15M o cuando desalojaron la Plaça de Catalunya. Obedecen y ya está…,,,, en fin, como escribo a borbotones y de manera emocional lo dejo aquí.
Solo comentar que este debate adolece de cierta uniformidad sin las aportaciones de los queridos compañeros no catalanes. Me encantaría conocer vuestras opiniones, dudas y sentimientos.
Por cierto, admito que no había navegado por la zona de participación interna con profusión y estoy sorprendido de que el tema estrella, desde hace tiempo, sea el tendenciosamente llamado, por la España castellanizadora, el problema o desafío catalán. Puede entenderse perfectamente que, bajo el paraguas de la terminología espiritual o de la práctica de la línea de Blay, cabe cualquier tema que implique desarrollo de la conciencia, no obstante choca que los elementos nucleares que motivan ADCA estén más desatendidos. En este sentido, sugeriría a la Junta de ADCA que ampliase la exposición de motivos que puede consultarse en la pestaña “Origen y Objetivos” para que aclarase los términos.
5 de octubre de 2017 a las 03:37 #2100Jordi Sapés de LemaSuperadministradorConviene hacer un esfuerzo para entender todas las posiciones que intervienen en una situación. Comprenderlas no exige que estés de acuerdo con ellas. Pero entre nosotros, que seguro que tenemos diversas posturas, tenemos una oportunidad de intercambiarlas con un espíritu de entender y contemplar la situación desde un poco más arriba. Así que es verdad que se agradecerían más intervenciones.
Desde el aeropuerto de Salt Lake City, de vuelta a casa, un abrazo a todos.
Jordi
5 de octubre de 2017 a las 14:11 #2101JaviParticipanteBuenas,
De corazón, os pido disculpas por el tono y el contenido de mi anterior y única intervención en este debate. Son, en realidad, la evidencia del mucho Trabajo que tengo por delante.
Mis comentarios fueron injustos, parciales y de nulo nivel de conciencia. A los compañeros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, expresaros mi amistad, reconocimiento y gratitud por la difícil labor que desempeñáis. A la Junta de ADCA, mi admiración por los formidables logros que estáis alcanzando y mi disponibilidad si consideráis que puedo aportar algo. Al resto de compañeros, una abrazo sincero.
Javier
5 de octubre de 2017 a las 15:11 #2102lauraParticipanteMi opinión acerca de éste tema es simple. No hacía falta llegar a este punto para darse cuenta de la incompetencia y bajeza de las decisiones que toma el gobierno.
Es posible que haya razones para querer la independencia que desconozco, pero en general las que he escuchado, son las mismas razones por las que el resto de españoles también querríamos otro gobierno.
A éstas alturas a mi me parece absurdo poner en cuestión si los catalanes tienen o no derecho a votar (además en general siempre he pensado que debería haber más consultas a la población en temas políticos) y está claro que negar a la fuerza éste derecho ha sido una cagada tremenda. Yo veo por una parte, más allá de la independencia si/no, un grupo de gente que está cansada de represión, de recortes, de corrupción…etc..y en éste grupo hay gente de Madrid, de Cataluña, de Soria, Cádiz…etc…y por el otro hay un grupo de gente que no quiere cambiar el modelo de gobierno por querer mantener una situación de economía personal o familiar relativamente buena o porque nos han metido en la cabeza que si la unión, que si el rey, son garantías de seguridad. El discurso normalmente se queda aquí, porque no sabemos bien a qué se está refiriendo esa seguridad tan importante (es posible que sea la de asegurar el modo de vivir de una élite que va del consejo de administración de Endesa al de Iberdrola, o de La Caxia a Bankia)
Bueno, y como aprecio muchas cosas de Cataluña, y creo que tenemos una cultura común, la verdad es que a mi me gustaría que los catalanes quisieran quedarse y hacer fuerza para cambiar las cosas. He visto que los catalanes son gente más activista y más unida en general que en ciudades como Madrid, pero también hay que tener en cuenta que en ésta ciudad donde vivo también ha habido manifestaciones masivas a favor de los derechos de la gente y que ha habido enfrentamientos muy duros con la policía.
Creo que estamos en el mismo barco y respeto lo que cada uno prefiera, si se quiere quedar o se quiere ir y que la cuestión fundamental de esta situación es el sentimiento de abuso y represión (que es de hace mucho y común a todos)
A mi también me parece que es bueno escuchar e intentar comprender las opiniones de otros respecto a éste tema, aunque al principio nos rocen, nos pueden llevar a la reflexión y así ampliar la perspectiva. He leído con interés todo todo lo que estáis escribiendo. Gracias por expresarlo.5 de octubre de 2017 a las 18:49 #2103Imanol Cueto MendoSuperadministradorBien, creo que al margen de todo el ruido desmedido que últimamente escuchamos y vemos sobre el problema catalán hay algo que es indudable, en Cataluña existe una realidad social de cerca de un 80% de personas que están descontentas con el modelo de gobierno actual y esa mayoría social demanda ejercer el derecho a decidir su marco económico y jurídico, esto conviene tenerlo en cuenta y cometeríamos un grave error si lo obviamos. No obstante Cataluña en el 2016 creo un producto interior bruto de 223.629 millones de euros, nos sorprendería saber que es equiparable al de Noruega y más cuando uno se entera que supone casi el 20% el PIB español, la primera comunidad autónoma del estado y superior a la media europea. También es posible que nos sorprenda que en el reparto de inversiones está 1,5 puntos por debajo de la media estatal. En fin que no es que yo sea un economista ni mucho menos, soy un mero electricista que ha recopilado unos cuantos datos que se ha encontrado por ahí.
Con esto lo que trato de apuntar es que aunque yo no me tenga por independentista si viviera en Cataluña seria de ese 80% que está descontento con el sistema de gobierno actual y esto lo digo a sabiendas de que vivo en Navarra, comunidad que tiene unos excelentes privilegios forales, que por otro lado dicho sea de paso y aun a pesar de tirar piedras contra mi propio tejado, no me parece equitativo con el resto de autonomías.
Al margen de esto los sucesivos gobiernos estatales tanto de derechas como de izquierdas han conocido en todo momento el descontento creciente del pueblo catalán y no han sido capaces de impulsar medidas que los integren dentro del conjunto del país. Su única respuesta es que hay que cumplir con las leyes, y no digo que esto no sea cierto pero me niego a aceptar un documento firmado en 1978 inmovilista que no se adapta a la evolución social de los pueblos. En todo este tiempo la constitución española solo se ha reformado dos veces (1992-2011) lo cual contrasta con las reformas de otros países: Alemania (60), Irlanda (27), Francia (24), Bélgica (13) o Portugal (12). En definitiva que considero que la política debiera consistir en atender los problemas y conflictos que se producen en la sociedad que representa, cosa que no estoy tan seguro que tengan claro los políticos, máxime cuando se han puesto de perfil ante un problema que lleva tanto tiempo llamando a su puerta y ahora que justamente toda la energía reprimida les ha estallado encima de su mesa se llevan las manos a la cabeza y funcionan de forma absolutamente pasional diciendo cosas tales como: los catalanes están usando a los niños como las juventudes Hitlerianas o el problema catalán es equiparable al nazismo.
Me alegra ver un pueblo que se resiste a la domesticación y que defiende sus raíces y su cultura de forma pacífica es un ejemplo para todos sea uno independista o no. Por ultimo apunto estas frases que tanto se escuchan hoy en día de “si los catalanes se van o no”, como si entre todos fueran a coger los 32.113 Km2 de superficie terrenal y se la llevaran a la otra punta del mundo, Catalunya se va a quedar donde esta con su idiosincrasia particular, su lengua, y sus costumbres, y no hay nada que no nos permita seguir con los mismos lazos económicos y de amistad que siempre nos ha unido al pueblo catalán, decidan seguir en el conjunto del estado o no, por lo menos así lo veo yo.
8 de octubre de 2017 a las 15:12 #2104Pilar MariaParticipanteMe hubiera gustado contestar antes sobre todo porque se pedía la expresión de personas que no fuésemos catalanas para ver otras perspectivas o cómo estábamos viviendo estos días desde nuestros lugares de residencia…oye cuesta decir desde «España». Soy nacida en un pueblecito llamado Carrión de los Céspedes que tiene unos dos mil habitantes y pertenece a Sevilla. Mi pueblo es muy pequeño, es un pueblo agrícola muy supersticioso y fanático a nivel religioso y muy tradicional en ideas y valores, cualquiera de vosotros lo viviría como tierra hostil y la mayoría de gente con un poco de inquietud personal lo abandona en cuanto puede porque se siente la asfixia. Aquí la gente ve a los catalanes como dementes que no saben las consecuencias que puede tener la independencia para ellos y para el resto. Como he citado en el artículo del Jordi de este mes de octubre he tenido que salir la defensa de catalanes que viven en mi barrio por cuestiones de trabajo y he tenido que discutir acaloradamente con familiares, vecinos y amigos sobre la importancia del respeto a la dignidad humana por encima de cualquier otra consideración, cosa que parece muy básica pero que se ve claramente que no, que no está para nada superado. Como andaluza han pasado tantas culturas por aquí que no puedo tener un sentimiento nacionalista. Si viene un descendiente de los fenicios tengo que recibirlos, si viene un romano ésta es su casa, si vienen los musulmanes…ya ves. En la transición se crea el PA (Partido Andalucista) para reivindicar el reparto justo de los latifundios y que se pudiera libremente asociar uno a un sindicato para poder hacer fuerza y reclamar derechos laborales, sobre todo en el campo. Pero todo esto ha quedado ahogado en cuanto no faltó un plato de comida en la mesa todos los días, unos duros para un chato de vino y un partido de fútbol para embriagar cualquier otra aspiración. Así que no sé lo que se siente ni puedo juzgar a cualquier persona por sentirlo sólo porque yo no lo haya sentido nunca. Pero cuando suena el himno andaluz que pide tierra y libertad me emociono, luego dice: «sea por Andalucía libre, España y la Humanidad». Y cuando pequeña y ahora, lo reconozco, los pelos se me erizan cuando digo Humanidad. Yo creo que el destino del ser humano es integrarse en una Humanidad única que lleve al hombre a otro nivel de existencia. ¿Cuáles son los pasos? Los desconozco. Si ha de ser que cada uno encuentre su identidad para caminar hasta la identidad última…mi voz y mi voto para ello. Y me gustaría acabar con la reflexión de una persona muy sabia con la que traté el tema hace unas semanas. Es un chico de uno de mis talleres que tiene unos 7 años y que decía así:
No entiendo nada señorita. Si odiamos a los catalanes ¿por qué no dejamos que se vayan? y si los queremos mucho ¿por qué no los dejamos hacer lo que quieren? Para mí desde luego incontestable. Un petonet molt fort.10 de octubre de 2017 a las 03:14 #2105EmiliaParticipanteVoy a intervenir porque lo estáis pidiendo y porque quiero dar mi opinión al respecto. He pensado mucho si hacerlo o no , ya lo hice una vez y midieron cada palabra que escribí e incluso subrayaron párrafos con colores diferentes como lo hace Jordi en nuestros trabajos personales. Así que espero que no ocurra esta vez. Es una opinión más.
Desde aquí (Málaga) hay un hartazgo del tema catalán: noticias en la tele, en la radio, en el periódico, chistes, eso que no falte. No hay otro tema ahora en este país que por ahora se llama España. Diariamente sufrimos este huracán catalán que por donde pasa causa estragos. Por mi parte siento pena e incredulidad por lo que está pasando y que nunca hubiera imaginado. Amo este país, amo España y España es también Cataluña, y el resto de las comunidades. Es un hermoso país con una gran historia y diversidad y me gustaría que siguiésemos juntos pero si alguien no quiere estar habrá que plantearse el porqué y discutir por qué las cosas han llegado a este punto. Pienso que los políticos de ahora no van a solucionarlo, tendría que haber nuevas elecciones, reformas de la constitución y permitir que se vote siguiendo la legalidad pero también explicar qué ocurrirá después de la independencia. Porque se supone que la independencia es para estar mejor que ahora y no peor. No me imaginaba el estampido de las empresas, ya van más de 20 que se han ido y ni siquiera se habían pronunciado. Ya podrían haber dicho que se irían en caso de independencia.
La mayoría de la gente con la que hablo no entiende que Cataluña quiera independizarse y siento emerger un odio generalizado hacia Cataluña, hacia esa Cataluña que dice que España nos roba, que se está quejando todo el tiempo, que nunca está contenta. Tengo amigos que no compran productos catalanes y les digo que no comprendo esa decisión y que me parece terrible hacer el boicot a nuestros productos . Me duele que se piense de esa forma. Para mí esto es una pesadilla, me gustaría que todo se solucionara y que España no se resquebrajara porque si Cataluña se va, ¿quién nos dice que esto no continuará? La unión hace la fuerza y yo me quedo con la unidad del país no con la fragmentación.10 de octubre de 2017 a las 14:57 #2106Jordi Sapés de LemaSuperadministradorHola Emilia, gracias por intervenir a pesar del temor a ser medida; no lo has de interpretar como censura sino como ganas de aclararle al otro la parte de la realidad que contempla. Este es el motivo de mi invitación a participar en la discusión: nadie ve la realidad de una forma completa, todos la vemos de manera parcial; y se trata de ampliar esta visión a base de sumar perspectivas, no de combatirlas.
El hartazgo no soluciona nada. También podemos estar hasta el gorro de noticias sobre los que se ahogan en el Mediterráneo intentando llegar a Europa, sobre los refugiados que lo han conseguido, sobre la gente que está en paro, sobre las familias que desahucian… Están ahí para despertar el interés de la gente por ver y entender lo que sucede; y seguirán estando ahí hasta que consigamos solucionarlo. Y lo digo en plural, con toda la intención; no de que consigan, sino de que consigamos. Y claro, el primer paso para ello es procurar enterarse de lo que sucede y, sobre todo, de por qué sucede.
Supongo que recordarás los tiempos en los que ETA luchaba por la independencia del Pueblo Vasco. En aquel entonces se decía que las muertes eran inaceptables porque la independencia se podía defender en democracia, como cualquier otra idea. Bien pues esto es lo que no se está cumpliendo estos días en Cataluña: hay mucha gente que pretende defender su deseo de ser independientes democráticamente y no se les permite hacerlo. Claro, como te puedes imaginar, esto se añade a los motivos que tendrán previamente por quererse marchar; y contribuye a aumentar el número de los que se quieren ir.
Respecto a la unidad creo que ya me he explicado en el artículo de la portada de ADCA. También yo valoro la unidad y lamento la fragmentación, pero hay amores que matan; así que o cambiamos el sistema que nos mantiene unidos o esto pinta cada vez peor.
En cuanto a las empresas tienes toda la razón del mundo, pero lo has de entender como otra forma de amenaza. Una más. Lo curioso es que el Gobierno hace una ley exprés para facilitar que se marchen las empresas.
10 de octubre de 2017 a las 15:18 #2107Pedro ZuberogoitiaParticipanteA mi me basta con la diversidad del País Vasconavarro, no siento que deba integrar a canarios, castellanos o murcianos. Aunque los aprecie, claro que sí, pero para que haya una relación sana entre pueblos tienen que situarse al mismo nivel de soberanía. Igual igual que en el caso de las personas.
Realmente creo que estamos no ante el problema catalán sino ante el problema de España. Como bien dice Emilia, si Cataluña se va ¿qué va a pasar? Pues que la monarquía, esa institución antidemocrática que parece no generar gran rechazo entre los españoles, se puede encontrar con un movimiento que reclame un referéndum sobre el modelo de estado: monarquía sostén de élites o república federal (o confederacion de repúblicas) con contenido social. Ahí se debería de situar el debate. - AutorEntradas
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