El Sermón de la Montaña (1)
(Mt 5, 1-16) «Viendo a la muchedumbre, subió a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron los discípulos; y abriendo Él su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados […]
(Mt 5, 1-16) «Viendo a la muchedumbre, subió a un monte, y cuando se hubo sentado, se le acercaron los discípulos; y abriendo Él su boca, les enseñaba, diciendo: Bienaventurados […]
El yo-experiencia o personalidad es el resultado de actualizar las capacidades que somos en las experiencias que vivimos en la vida cotidiana
La “prueba del algodón” de la libertad interior es experimentar la posibilidad de hacer algo nuevo, diferente de lo acostumbrado, aunque nuestra situación personal no lo requiera. Y esta libertad
El conflicto señala un desequilibrio que hay que atender. Y nosotros siempre nos situamos en el lado de los buenos.
Voluntad viene de “volo” que, en latín, significa querer. Eso es importante tenerlo en cuenta porque “tener voluntad” equivale mantener un deseo el tiempo suficiente para que se transforme en acto. Llamamos “falta de voluntad” a querer algo, pero quererlo poco; de tal manera que cualquier otro deseo pasa por encima de eso.
Sabemos por ejemplo que es importante conseguir un título académico y que para ello es necesario aprobar unos exámenes. Así que pensamos que tenemos que estudiar, al menos la semana antes de los exámenes. Queremos estudiar para aprobar pero, a los pocos minutos, también queremos ver una película; y este segundo deseo es más fuerte que el primero.
Al hablar del desarrollo económico de las sociedades occidentales, suele decirse que nuestras necesidades esenciales están cubiertas. Se entiende por “necesidades esenciales” no solo las biológicas sino también las culturales: el bienestar que disfrutamos incluye nuestra formación intelectual y nos asegura la protección y el cuidado de la colectividad en caso de enfermedad, accidente, jubilación etc. Parece incuestionable que nuestra existencia se desarrolla en condiciones muy superiores a las de otras áreas del planeta o a las de tiempos pasados.
Como dice Paul Éluard: hay muchos mundos, pero están en este. La realidad no es igual para todos, depende del nivel de conciencia que tenemos. Y esto afecta a las interrelaciones que establecemos con los demás. Cuando estamos en el personaje vemos a los demás como posibles amigos: algunos, y como probables enemigos: la mayoría. Cuando estamos situados en el yo experiencia, los demás son una curiosidad a investigar y una posibilidad para ampliar y compartir nuestro mundo. Y cuando nos encontramos en un nivel superior, los demás constituyen una parte de nosotros.