En la primera parte de este artículo dijimos que el Yo Experiencia es el nivel de conciencia en el que uno vive la existencia como un estímulo constante y ejercita sus capacidades esenciales (energía como capacidad de hacer, amor como capacidad de amar e inteligencia como capacidad de ver) en todo momento y de forma consciente.
Lo habitual es que, por la educación en general y las tendencias familiares en particular hayamos ejercitado poco uno o dos de los tres centros, una o dos de nuestras capacidades. Pues ya de niños empezamos a pensar que en ciertos ámbitos de la realidad es mejor no meterse por que el ridículo personal está asegurado.