La pregunta ¿quién soy yo?
Entonces, lo que se plantea es tratar de descubrir la propia identidad. Si yo no soy nada de lo que le ocurre a mi cuerpo (aunque todo lo que le ocurre a mi cuerpo es mío), si yo no soy nada de lo que pueda fabricar mi mente (aunque la mente es mía), ¿qué soy yo? ¿Cuál es mi verdadera naturaleza, mi verdadera identidad? ¿Quién soy yo, realmente? Sólo cuando esta pregunta se plantea de un modo directo, intenso, dramático, sólo entonces uno puede empezar a descubrirlo. El camino para descubrir quién soy yo pasa por el planteamiento sincero de la pregunta, mediante una actitud investigadora, de querer ver, de querer descubrir quién soy. Yo he de tener una actitud reivindicativa, de protesta correcta, dirigida a descubrir y vivir mi verdad, la verdad de mí mismo. Y para esto uno ha de quererlo con toda el alma.