El sentido de la vida ¿Dónde está el problema?
Nuestro problema reside en que por una parte ya existe en nosotros esa fuerza, esa realidad, que es la que nos impulsa a buscar la plenitud total; pero por otra parte no hemos desarrollado suficientemente nuestros mecanismos, de modo que no podemos captar ni expresar toda la amplitud, toda la fuerza y todo el contenido de nuestra realidad central. En consecuencia sólo vivimos y nos preocupamos por la consecución de cosas pequeñas y parciales, y por lo tanto, las satisfacciones que nos puede dar la consecución de esos objetivos pequeños se limita a unas felicidades también parciales.