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Carlos
SuperadministradorLo que está dando de sí la ponencia de Juan María con el planteamiento, profundo y difícil de la desapropiación. Si ya de por sí Dios uno y trino es difícil de entender, ahora se complica más. Esa profundidad y a la vez lucidez que mostráis todos los que habéis escrito antes, nos trae a mano la complejidad que nos ayudáis a ir desentrañando y que a veces conseguimos entender, hacerla simple.
Con estas palabras invito a que, todos los que se hayan podido desanimar por este lenguaje tan filosófico y teológico, escriban, con su propio lenguaje, con sus palabras, sean cuales sean, lo que les inspira de esta reflexión. Ahí va la mía:
Desapropiarse es dejar de tener como propio algo que no lo es, y diría más, que nunca lo ha sido. En palabras de la R.A.E. «Desposeerse del dominio sobre lo propio». En mis palabras sería dejar de identificarse con lo que creemos ser y no somos. Nos apropiamos del personaje en un momento de la vida y después cuando nos damos cuenta del error hacemos un proceso de desapropiación en el que tiene mucha importancia lo que dice Rosa de los circuitos neuronales.
Pero no sólo del personaje, también de todo aquello que nos parece consustancial a lo que somos y que se puede ver muy fácilmente lo que es a través del lenguaje: Siempre que digamos «tengo…» significa que no lo somos, y que debemos desapropiarnos de ello.
Pero también lo haré de mi propia esencia, o más bien de la idea que yo mismo tengo de «eso» a lo que llamo esencia . Porque esa idea es incompleta o incluso equivocada. Una vez más, lo único propio es la experiencia que tengo de lo que yo soy y que vivo experiencialmente (tiene razón Juan María cuando dice que hay que pedir a la RAE que meta esta palabra en el diccionario por insuficiencia de su análogo «experimentalmente» que me suena a laboratorio de química).
¿Y de qué nos tenemos que apropiar? Pues eso sí que no lo sé, porque si hasta Dios se desapropia… Me imagino que de lo único que nos debemos apropiar es de Él. Pero sin idolatrías (nadie puede decir qué, quien o cómo es Dios, porque lo convertirá en ídolo).
Carlos
SuperadministradorCompletamente de acuerdo contigo, Imanol, pero no cuentes conmigo para lo de las patadas. No lo veo.
Carlos
SuperadministradorEstaba esperando una reflexión de este tipo, más de fondo, separada de las mascarillas, el lavado de manos y la distancia de dos metros.
La radio me resulta de vez en cuando sugerente estos días y hoy escuchaba a alguien decir: «Cuando las cosas vuelvan a su sitio». Escucho en mi trabajo, comentar «cuando esto acabe». Y en general se quiere que todo pase como el que ve un partido de fútbol con su equipo perdiendo, como si fuera algo desagradable pero que en definitiva no va a hacer que nada cambie.
Pues yo creo que no. Que el mundo no va a ser igual. Lo que no sé es la dirección que vaya a tomar, si seremos capaces de avanzar o bien mostraremos una incapacidad histórica para ponernos de acuerdo. Como dice Jordi, nos jugamos nuestro futuro como especie.
Y me pregunto: ¿Cuál es el sitio de las cosas? ¿Vamos a poder hacer el uso irracional con el que malgastamos los objetos cotidianos? ¿Vamos a poder entender que los países y las comunidades podamos vivir ajenas unas de otras y con relaciones carentes de importancia? ¿Vamos a continuar con una conducta mundial en la cual la tierra es para el que se ha sabido aprovechar antes que los demás de su riqueza y lo ha mantenido a base de fuerza y de poder político/militar? ¿Vamos a seguir siendo los pueblos supuestamente desarrollados los más egoístas e insolidarios con el resto de pueblos? ¿Va a seguir valiendo menos la vida de un africano o de Afganistan que la de un europeo o americano? ¿Vamos a ser capaces de renunciar a parte de lo que tenemos, personalmente, cada uno de nosotros, para ponerlo en función de las necesidades de todos (léase carga fiscal o renuncia a la supuesta vida comfortable que llevamos)?
No es un problema de riqueza, ni financiera ni de que nos nos puedad dar el planeta tierra (alimentos, materias primas), es un problema de redistribución. Dinero hay, pero habrá que ver si los que mantenemos el orden social seguimos creyendo que el objetivo es que cada cual acumule todo lo que pueda, sin límites y como en una jungla al grite de: si tú eres pobre, te fastidias.En definitiva, vivimos un momento de cambio, de salto espiritual, que se concrete en justicia y en redistribución. La humanidad entera está comprometida, y cada uno de nosotros como individuos también
Gracias Jordi por este magnífico artículo
Carlos
SuperadministradorPor añadir algún dato más.:
Ahora mismo la estrategia a seguir es el confinamiento. Hay países que han hecho otras cosas (Corea del Sur confinando sólo a los infectados y haciendo para ello masivamente test de coronavirus en las calles, con buen resultado) pero no es nuestro caso.
A efectos prácticos hay que entender que cualquier persona con la que nos crucemos por la calle, e incluso nosotros mismos, podemos estar infectados y contagiar. Esto es debido a que el periodo de incubación es de 2-14 días y, aunque no se sabe bien es posible que durante ese tiempo o en parte, se pueda contagiar. Por lo que las medidas de protección deben ser universales. La OMS no recomienda la mascarilla por miedo a un desabastecimiento mundial y que no haya disponibles para los sanitarios. Yo sí la recomiendo: hacéos una casera, un pañuelo en la boca y nariz al estilo de los cow boys cuando asaltan bancos es mejor que nada.
No es como una gripe porque su mortalidad es mayor. La gripe produjo en España una mortalidad en la temporada pasada de un 0,02% , esta pandemia 3,3%.
Aunque parezca lo contrario este virus produce una enfermedad leve en un 81% de los casos. En otro 15% es necesario ingreso hospitalario que se resuelve bien en unas semanas con terapia de apoyo, normalmente con oxígeno es suficiente. El otro 5% necesita ingreso en UCI para tratarle con un respirador (respiración asistida) y en estos es en los que se acumula la mortalidad.
El problema es que se están saturando los servicios sanitarios y se puede llegar al colapso si no se aplana la curva de la epidemia. Esto quiere decir que los casos no se deben producirse en pocos días, porque los pacientes que precisen hospitalización o UCI serían tantos que no podrían ser tratados. Hay que intentar que los infectados lo hagan en un periodo más alargado de tiempo, y no en pocos días. Para ello, tal y como dice Jordi, hay que conseguir que la tasa de infectabilidad sea mucho más baja (1 o 2: una persona tan solo se lo transmita a otra), y eso solo lo podemos conseguir con el aislamiento más estricto, el confinamiento domiciliario.
Los efectos sobre la economía mundial serán terribles. La mortalidad que la pobreza pueda provocar la desconocemos pero ya hay voces que aseguran que será mucho mayor que la de la epidemia. Algo tendrá que cambiar después de todo esto. Y a lo mejor hacernos menos egoístas dándonos cuenta de que algunos podemos vivir con menos para que todos vivan con más. El mundo financiero me parece más difícil que cambie.POR CIERTO, QUE NO SE ME OLVIDE. HAY QUE FORTALECER EL SISTEMA INMUNITARIO. Uno de sus mayores enemigos es el miedo. Me viene a la mente la canción de Rosana: Vivir sin miedo
https://www.youtube.com/watch?v=-itbA8sE18o
Un abrazo a todos
Carlos
SuperadministradorMe resulta raro escribir aquí porque no estoy acostumbrado.
Hago un llamamiento a todos, para que participen y escriban algo en este medio.
Curiosamente supe de este artículo que nos propones, Leire, a través de Irene Rodríguez (Benicarló) a la que saludo desde aquí. Fue para mí tal golpe esta reflexión sobre la muerte, que tuve que leerlo en dos veces, y tragar saliva de vez en cuando.
Como todos sabéis, soy médico y tengo 2 residentes a mi cargo A todos ellos les digo que tienen que trabajar personalmente el tema de la muerte. Me ponen cara como de parecerles algo normal, como de póker. Pero porque no se atreven a decirme lo que les mueve por dentro. Es fundamental para los sanitarios, hacer un trabajo personal (espiritual en el fondo) sobre la muerte. A los pocos meses de hablar sobre esto, a uno de los residentes se le murió la madre. Estaba ya enferma, pero no esperaba que fuera tan pronto (nunca la muerte llega cuando queremos). Por ese motivo no le pude mandar el artículo, no me atreví. Pero a la que cursa el segundo año de residencia, lo primero que hice fue enviárselo. Hace ya 9 días de eso y me ha reconocido que todavía no lo ha leído. Quiero decir que el tema es muy importante y hay que reconocer en él toda la dificultad que tiene. Para todos, seamos sanitarios o no.Por otro lado la profundidad de ese médico, su naturalidad y la cercanía que transmite, me hizo ver que está despierto, y demuestra que las situaciones límites nos hacen crecer, si permitimos a nuestra conciencia que haga ese aprendizaje. Me gustó mucho y me parece que le voy a tener de referencia. De hecho lleva una comisión en la sociedad de cuidados paliativos sobre espiritualidad. No le conocía. Gracias, Leire.
Es difícil, pero es necesario. Además, es un camino que todos vamos a recorrer.
Carlos
SuperadministradorSi no fuera por la vista y el oído, la luz y el sonido no serían nada más que confusión y pulsaciones en el espacio. De la misma manera, si no fuera por el corazón que amas, tú hubieras sido un leve polvo llevado y desparramado por el viento.
Somos en tanto en cuanto tenemos capacidad de Amar. Si no fuéramos sensibles al amor de otros y capaces de mostrar, expandir el amor que somos a nuestro alrededor, ni siquiera existiríamos. No vale la pena darle más vueltas, o actualizamos amor que somos, o la nada. Es más, el amor se necesita a sí mismo, por eso existimos.
Carlos
SuperadministradorOtra vez parece que me está hablando. El cansancio se apodera de mí . Se pueden dar expllicaciones al uso: la primavera por ejemplo. O bien que este párrafo no me parecía profundo, por lo laico de su origen.
Pero no, el Trabajo lo primero que exige es sinceridad, especialmente con uno mismo. Y este párrafo me habla de un peligro en el día a día, en la rutina. Y ahí está precisamente el riesgo, en convertir la autorrealización en algo centrado demasiado en los problemas habituales, que son del personaje. No se trata de hablar mucho de él sino sencillamente de descubrirlo cuando aparece, y hacernos conscientes. Utilizarlo como despertador. En mí la fuerza de la mecanicidad es tan fuerte como supongo que es para los demás. Ya va siendo hora de dejar atrás lo que no soy. Pero cuidado, todo esto hay que verlo desde la experiencia, que si no corre el riesgo de convertirse en una idea más.
Carlos
SuperadministradorQué grande, Sergio. Cómo me llegan tus palabras. Gracias.
Carlos
SuperadministradorMe ha costado mucho. Me parecía que estaba tan claro el Salmo, que no podía aportar nada. He preferido dejarlo reposar. Y me ha venido muy bien. Leía a una periodista convertida al Islam que el velo le servía para acordarse de Alá en su cotidianidad. A mí me ha bastado con este Salmo.
Lo cantábamos en Misa cuando éramos pequeños. Aunque lo recuerdo algo diferente: «Que el Señor nos construya la casa…» A modo de petición. Pero el Salmo no le pide a Dios, es una afirmación bien rotunda: Si el Señor no construye la casa, ni vigila la ciudad, en vano trabajan los albañiles ni vigilan los centinelas.
La casa es el yo experiencia, la ciudad es el yo social, el yo impersonal. El albañil soy yo haciendo. Los centinelas, no sé quiénes son, puede que todos los que compartimos esta existencia.
Recuerdo, hace unos años, estaba muy agobiado en mi día a día porque quería tenerlo todo bajo control: mi familia, mis pacientes, todo lo que me rodeaba. Como si lo que sucediera a mi alrededor o en mi trabajo dependiera de mí. Eso me conducía al agotamiento y a la desesperación. Entonces me puse en manos de Dios, y qué alivio. En el fondo es egoísta: Ábrete a Dios e irás de su mano por la vida, como los niños pequeños de la mano de su papá, y Él hará.
No somos nosotros los que debemos hacer, sino El Señor a través nuestro. Pero para eso tengo que estar abierto a Él, despierto.Carlos
SuperadministradorMe cuesta hablar en teoría. Tengo en el trabajo una compañera que está levantando escritos falsos sobre mí. Cuando me cruzo con ella, cierro los ojos , me dirijo a lo Alto y no preciso palabras, se produce algo, que me disipa la mala conciencia que pueda tener contra ella. Y de paso, practico lo del «Amad a vuestros enemigos».
Me hace recordar el salmo : «Desde lo hondo a tí grito, Señor»
Qué alegría es disfrutar de poder alabarle.
Carlos
Superadministrador«Y cuando un tranquilo silencio ocupaba todas las cosas, y la noche, siguiendo su curso, se hallaba en la mitad del camino, tu omnipotente palabra, oh Señor, desde el cielo, saltó de repente en medio de la tierra condenada al exterminio.»
Mi noche personal es cuando quiero obtener más logros, sentir lo que creo debo sentir y tener la lucidez que idealmente deseo. En medio de esa oscuridad, que es tranquila, porque he conseguido acercarme a ese nivel de conciencia, apareces Tú, Palabra omnipotente. Y me dices que vienes a este mundo, en cada instante, para salvarme en lo cotidiano. Pues qué me falta: abrirme a tu omnipotencia.
Carlos
SuperadministradorEl sentimiento de carencia del corazón lo vivo como una demanda interior, enorme, de verdad y de entendimiento, y de gozo. Es benéfico y apacible porque lo vivo desde mi ser, despierto, presente. Y viviéndolo más y más, el vaso se va llenando más y más. Pero viene la desorientación, porque el personaje se empeña en que las cosas sean a su manera, espera obtener un beneficio que presupone desde hace mucho, y nos dice: ¿ves? el trabajo no te lo está dando, porque no sirve para nada. Entonces es cuando viene la desorientación, y en vez de volver a estar presentes en nuestra conciencia, echamos leña al fuego de la tortura del personaje. ¡Claro, es verdad, qué malo soy que me he vuelto a equivocar, otra vez igual, en efecto no avanzo! Aquí resultan útiles las palabras de este mes, que a mí me dicen: Olvídate de la desorientación (lo que haya vivido como error, ese regañarnos interiormente por caer en el sueño), porque la desorientación no es nada.
Carlos
Superadministrador¿Sólo eso? ¿Tan corto? es lo primero que me ha surgido. Algo gordo debe tener dentro, pienso después.
TODO el esfuerzo. ¿Todo? Qué barbaridad. Pus venga, en sus manos.Carlos
SuperadministradorNada que añadir a estas reflexiones. Tan solo una experiencia personal. Este verano, intentando comprender qué había pasado entre los nazis y cómo había sido posible el holocausto, comencé a leer una novela escrita por un militar nazi que pretende precisamente eso, dar explicación de lo que sucedió desde su punto de vista, la de los malos.
La novela está muy bien escrita y me dio miedo que fuera tan clara en la exposición de sus argumentos. Hasta el extremo de que no me atreví a concluir su lectura. Mi miedo era el de enfrentarme a lo mismo que se enfrentaban los que leían los artículos de Hanna: a comprender.
Este es un extracto de los que más me asustaron,…y dejé de leer:
«Creo que puedo afirmar como hecho que ha dejado establecido la historia moderna que todo el mundo, o casi, en un conjunto de circunstancias determinado, hace lo que le dicen; y habréis de
perdonarme, pero hay pocas probabilidades de que vosotros fuerais la
excepción, como tampoco lo fui yo. Si habéis nacido en un país y en una
época en que no sólo nadie viene a mataros a la mujer y a los hijos sino
que, además, nadie viene a pediros que matéis a la mujer y a los hijos de
otros, dadle gracias a Dios e id en paz. Pero no descartéis nunca el
pensamiento de que a lo mejor tuvisteis más suerte que yo, pero que no
sois mejores. Pues si tenéis la arrogancia de creer que lo sois, ahí
empieza el peligro»Jonatan Littel «Las benévolas»
Mi conclusión es que hay que estar despiertos para vivir conscientes, y desde esa consciencia, ser valientes, para mirar donde algunos no quieren, e intentar ver. Sería el caso, por ejemplo, de intentar comprender, que no es lo mismo que perdonar, a los maltratadores, o a los que defienden la opinión de las minorías.
Carlos
SuperadministradorMe ha parecido fantástica. Cómo a través de la música cada uno encuentra su vibración y, pco a poco, esta vibración se hace una en todos, cada uno con la suya. Es como una metáfora del Trabajo que estamos haciendo, y cómo va haciendo que vayamos despertando, hasta experimentar que todos somos uno.
Entre las cosas que se dicen me ha resonado más:
«Dios no nos tiene que perdonar porque no nos ha condenado» (la mujer del cura cuando se rebela contra la idea de pecado de la iglesia).
«Cuanto más se ejercita más se ve» (O algo así, en la escuela con Daniel hablando sobre los ángeles).
No tiene desperdicio.
Gracias, Isabel -
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